Con cierta lógica, la actualidad del momento del videojuego se encuentra muy centrada en los alrededores de Nintendo. Su veteranía y el protagonismo asumido alrededor de fenómenos inauditos de ventas como Wii o Nintendo DS, hacen que ante la sucesión de ambas consolas y el momento extraño que vive el videojuego sus movimientos sean observados con lupa.
A pesar de ello, la compañía nipona sigue caminando con firmeza, confiando en poder repetir éxitos y, sobre todo, en sus grandes nombres. Zelda, Mario, Starfox... todos salen a relucir en una de las recientes entrevistas concedidas por Shigeru Miyamoto a The Telegraph.
"Hemos empleado muchísimo tiempo diseñando 3DS, pero ahora vamos a centrarnos en los juegos, queremos publicar muchos este año", anuncia un Miyamoto que se muestra menos preocupado que otras voces del sector por la competencia de videojuegos baratos que inunda el entorno de Apple. Cree además que el catálogo es uno de los motivos por los que 3DS arrancó fuerte pero no llegó a las cifras esperadas, a los que hay que añadir la difícil situación de Japón o algunas críticas muy duras vertidas en algunos medios contra las posibles molestias que causan las 3D (algo que tampoco le inquieta, especialmente porque la consola es "mucho más que 3D").
Volviendo al software, explica cómo a su juicio hay una evidente debilidad en la primera hornada de juegos, donde destaca a Street Fighter como el más espectacular, si bien recuerda que no deja de ser una conversión de un título previo. Algo que por cierto no va mucho con sus planes, por más que Zelda Occarina of Time sea una de las grandes esperanzas de su catálogo, e incluso admita el interés en redescubrir A Link To The Past (sobre el primero, cree que tanto nuevos usuarios que descubrirán un juego intemporal, como veteranos que atenderán a una conversión fiel, disfrutarán mucho con su recuperación).
Eso sí, si algo despierta especiales esperanzas aparte de nombres de peso como Starfox, es un nuevo Mario, y ahí Super Mario 3D cuenta con muchas opciones de repetir las ventas logradas en cada uno de sus últimos episodios. Con él estamos ante un juego totalmente nuevo que Miyamoto define como un cruce de Super Mario Galaxy y Mario 64. Además confía en que sacará partido a las 3D a la hora de dar mayor profundidad a los saltos entre plataformas.
En una referencia final a Wii, solo deja claro una cosa: la consola supuso un salto en cuanto a productos orientados a la familia, y pretenden evolucionar esa idea. Por lo que el videojuego familiar sigue teniendo su papel. ¿Quiere eso decir más 'casual' y más 'productos cocinados desde el departamento de marketing'?