La duración final del conjunto no da para muchos días delante de la máquina
Steel Diver se presenta como un juego de acción de los de toda la vida de avance lateral en 2D barnizado con una bonita capa tecnológica que hace un uso muy inteligente de las 3D y del giroscopio de la máquina. Detrás del proyecto se encuentra el padre de Starwing (Star Fox) y F-Zero, Takaya Imamura, un nombre con peso en la industria sobre el cual ha recaído la responsabilidad de ofrecer al público todas las prestaciones de la máquina en un solo juego (3D, giroscopio, conectividad...) El resultado es bueno, pero dista mucho de ser notable o sobresaliente.
Dividido en tres modos (submarino, periscopio y batalla naval) el grueso del trabajo se encuentra dentro del primero de ellos. Seleccionando entre tres tipos de submarino (cada uno aumenta el nivel de dificultad y manejo) la campaña pide superar 7 fases donde la curva de dificultad se ajusta bastante bien a los jugadores menos duchos. El control se realiza con la táctil, manejando velocidad, grado de inclinación del vehículo, altura e inmersión y es cierto que, jugando con las 3D activadas, revisar la pantalla táctil obliga a la vista hacer un esfuerzo extra cada vez que se mira a la pantalla superior.
El 3D está pensado para reflejar los diferentes grados de profundidad de cada fase. Sin el efecto activado los elementos son piezas planas dispuestas por los escenarios pero con la máquina desplegando el efecto se logra una notable sensación de profundidad que, al no moverse muy rápido, permite a la vista no sufrir un excesivo agotamiento.
El ritmo de cada fase es otro de los 'peros' que nos hemos encontrado al analizar el juego. Cada fase pide pericia, paciencia y los submarinos no se mueven a mucha velocidad. Es cierto que simula de manera arcade como navega un submarino, pero las fases no tienen mucha velocidad, no se trata de un juego rápido, sino más de control y agilidad ante la inercia, velocidad y obstáculos con los que se enfrenta el jugador.
Las fases de periscopio usan el giroscopio de la consola para simular el control del aparato. Moviendo la máquina se gira la cámara para localizar los barcos y submarinos enemigos con el fin de hundirlos. Es un modo breve, con poca profundidad y que también está disponible en las fases normales a modo de sección de bonus al finalizar cada nivel.
Con el juego de batalla naval se pone en uso la conectividad de 3DS, planteando una versión de Hundir la flota con barcos y submarinos que es mucho más divertido si se juega contra una persona y no contra la CPU. Este modo entretendrá a los fans de la estrategia, pero tampoco permite que se le extraiga mucho más contenido.
Es cierto que jugar a Steel Diver proporciona al usuario una agradable experiencia. Las fases incluyen buenos retos, la dificultad se va ajustando de manera progresiva, hay enemigos finales y fases desbloqueables pero la duración final del conjunto no da para muchos días delante de la máquina y al final todo queda en controlar a la perfección los tres submarinos y batir los records propios o los de los programadores. El otro 'pero' es que el 3D funciona muy bien, pero deja de ser efectivo cuando se usa el giroscopio o cuando se mira cada dos por tres a la pantalla táctil. Si se revisan estos puntos y se añaden más fases y retos es posible que un hipotético Steel Diver 2 sí que pueda considerarse una compra a considerar.