Jason West y Vince Zampella, cofundadores de Infinity Ward, empiezan con buen pie su carrera judicial que les enfrentará a sus ex-jefes en Activision: la compañía deberá declarar para explicar los motivos de su despido, según aprobó el juez el pasado día 14.
En la demanda que se está tratando en la Corte Superior de California, los antes citados argumentan que Activision les prometió control pleno sobre la división de Call of Duty denominada Modern Warfare, y un incremento salarial que podría alcanzar 50 millones de dólares en los futuros juegos. Siguiendo con su exposición, su despido se produjo antes de que una u otra cosa pudieran materializarse.
Ahora, según la decisión mencionada, el propio Bobby Kotick podría acabar subiendo al estrado a exponer su parte de la historia, algo que según uno de los abogados de los ex-Infinity -Robert Schwartz- "no puede ser bueno para Activision, de ninguna manera estarán contentos con el tema". En todo caso, el propio abogado explica que aún quedan meses de litigio por delante.