El juego
Resulta indiferente qué planes tiene el General Morden, y cómo acabamos unidos a su destino y al de su alianza marciana. Lo resulta tanto que hace prescindible cualquier introducción, cualquier proyección renderizada con que atender a diálogos e historias que dejen nuestras manos quietas más tiempo del necesario. Y ese tiempo necesario, en la terminología de recreativa tan asociada a MS, es el justo para entre pantalla y pantalla ver balance del nivel, estirar falanges, y volver a la carga.
El diseño sigue siendo tan característico, que resulta inconfundible. Con un inevitable pixelado propio de las máquinas de su momento, un aspecto de dibujos animados rico en diseño y con gran variedad de enemigos todos realizados en tono alegre y con un marcado sentido del humor, de reojo se puede identificar el juego en cuestión.
El aspecto nos hace creer que estamos ante algo de otro tiempo, con exhibiciones que no podían intuirse en ese otro tiempo. Lo que parece ajustado por posibilidades técnicas, se va revelando en acumulación de enemigos, riqueza de animaciones, grandes decorados y tremendos final bosses como un derroche en constante aliciente para seguir disparando.
Nuestros 4 protagonistas, con una historia que se abre y se cierra en cuanto a caminos para eludir la monotonía, sufren mutaciones que les hacen padecer desde hinchazones repentinas, a mutaciones zombies ya en una segunda fase que hace del inicio del juego una auténtica experiencia. Las 10 bombas de que vamos armados, en esa transformación se cambian por un intenso vómito rojo que aniquila con más eficacia al ejercito rival y si eludimos otro impacto (ahí ya definitivo) volvemos al aspecto normal.
Subidos en una suerte de tanque monoplaza que da nombre al juego, a lomos de un caballo, en algún artefacto volador, nave acuática, o bien volando y buceando con el instrumental mínimo, los cambios y giros seguirán alimentando la mejor forma de los beat-em’up/shoot-em’up (incluso hay una auténtica fase galáctica). De las balas simples infinitas, a un arsenal de lo más variado y que incluye elementos que dispararán de forma paralela a nosotros, las opciones irán creciendo o por súbita aparición en escenarios de esmerado diseño, sustracción al enemigo, o cuando rescatamos a alguno de los agradecidos rehenes.