Los próximos dos años van a marcar el futuro de Nintendo, la compañía japonesa se encuentra posiblemente ante los mayores retos de su existencia.
Si de la terna Playstation 2, X-Box y Gamecube, ésta última ha acabado ocupando el puesto más discreto, lo que seguía y sigue manteniendo a la marca en lo más alto es su portátil, y ahí puede encontrarse una de las clave de su futuro. Enfrentanda desde hace escasos días con PSP de Sony, de momento las cifras son claramente alentadoras a pesar del prometedor camino de su competencia, y lo único que cabe preguntarse, es qué sucederá cuando su batalla sea real, y se abandone la fase de preámbulos en que ahora se limitan a tantear.
Esto es así porque mientras Nintendo Ds ha logrado ventas altísimas, PSP no ha podido hacerlo por una escasísima oferta de máquinas ya que su producción todavía no es capaz de abastecer ni al mercado japonés al que se dirige exclusivamente hasta el próximo mes de marzo. Algunos no obstante, han visto que mientras PS2 debuta con títulos que emulan el potencial de Ps2 (como Ridge Racer), la DS lo hace con algunos que vienen directamente de Nintendo 64 (Mario 64), algo que interpretan como un paso atrás.
Desde esta perspectiva, la directiva de Nintendo no se ha cortado a la hora de criticar la idea de Sony de buscar una vez más el mero espectáculo en tanto ellos lo hacen con el deseo de innovación. Se dirigen permanentemente a los que entienden son 'hard-core gamers' decepcionados (esto es, usuarios de videojuego de toda la vida cansados de tanta puesta en escena) y buscan vías de diversión nuevas, como la pantalla táctil de NDS. Aunque si el espectáculo es lo que funciona estos días, puede que seguir encerrándose en sí mismos no sea la mejor idea...
Y llegó la revolución
Con el cambio generacional fijado para el presente 2005 y venidero 2006, ahora es Nintendo la que apuesta por ser la primera (Microsoft lo hacía escasos meses atrás). De nuevo el E3 será la referencia, y si el pasado año presentó a las portátiles ahora en liza, de forma casi segura exhibirá el proyecto denominado como "Revolución", y que será la sucesión rápida para Gamecube confirmando pues su discreta existencia, sustentada sólo en algunos títulos propios de gran repercusión como podría ser Metroid Prime.
Las intenciones anunciadas van en la misma línea: hacer algo diferente, no ya por las facultades técnicas, si no por la originalidad. De nuevo se habla de recuperar a usuarios desengañados o aquellos que ahora están al margen del videojuego. El reto no es sencillo, la apuesta es original. En ésta época de cambios, Nintendo puede estar jugándose el todo por el todo, aunque al menos lo hace con una personalidad digna de admiración.