En el juego encontraremos 16 coches que podremos ir comprando según ganemos carreras. Los podremos repintar, cambiar piezas, meter nitros o trucar para que sean más potentes y rápidos. Y los podremos hacer funcionar en más de 36 pistas y circuitos. Aunque parezcan muchos circuitos la verdad es que como el desarrollo de estos discurre por 5 parajes distintos al final se nos hace un poco aburrido. Estos parajes van desde un bosque nevado a una pista de nascar, pasando por un cementerio de coches a una pista o por una pista tipo Arena de “auto-destruct”. Decir sobre los circuitos que todos los objetos son susceptibles de ser “atropellados” y decimos todos porque se han introducido más de 3000 para que no se nos haga repetitivo: ruedas apiladas, farolas, árboles… de todo!
Los modos de juego que podremos encontrar son 3: el modo historia, en el cual podremos ir compitiendo y mejorando nuestro coche o comprando otro nuevo; el juego contra un compañero, con pantalla partida en horizontal; y el “demolition” en el que cogeremos un “vinículo” y nos meteremos en una de las 3 Demoliton Arenas que hay en el juego y nos batiremos a cacharrazos contra otros coches hasta que “sólo quede uno” como en los inmortales.
Sobre el sonido decir que cuenta con una BSO que es lo mejor del programa, a parte de los muy buenos sonidos de golpes, cristales, choques, motores y demás sonidos ambientales. La conforman grupos nuevos e independientes rockeros tanto americanos como noruegos o australianos. Pasad por la web oficial del juego y encontraréis más datos sobre todos estos grupos. Incluso se puede comprar la BSO.
Una actualización, a la par que un homenaje, a esos ya clásicos Auto Destruct, Carmaggeddon o Destruction Derby. Mejorados tanto en gráficos (vaya que sí), realismo, espectáculo y, sobretodo, golpes y choques. Cuanto bien ha hecho la saga Burnout a este género...