El precio y la batería. Eran los dos únicos peros que muchas publicaciones ponían a Nintendo 3DS, y si bien cuenta con una alimentación suficiente para partidas sin problemas, no es la de las consolas portátiles previas, mucho más generosas. Lo del precio, desde ayer parece ha perdido su importancia como problema.
En todo caso, la drástica bajada a menos de cinco meses de su puesta a la venta debería inquietar. Muchos solo recuerdan un recorte semejante hace más de dos décadas con Atari Lynx, y si bien la comparación es exagerada, también es verdad que hay ya quien toma nota de todo lo que pasa: una Sony convertida en mera aspirante en portátiles, con una consola con un precio idéntico al que no ha cuajado en Nintendo, se está planteando si no llegará demasiado tarde a la contienda.
De esta manera, si hasta hace poco se daba por hecho que sólo su llegada a Japón estaba garantizada en periodo navideño, ahora son varios los indicios de que en otros importantes mercados no se retrasará como sí sucedió en PSP. Incluso ahora se apunta a que en otoño podrían llegar las primeras Vita a EEUU, todo agarrándose a la fecha de lanzamiento que 505 Games está fijando para algunos de sus precios: Supremacy MMA tiene el mes de octubre como objetivo, por citar un ejemplo.