Todd Howard, mandamás de Beteshda, se ha unido a la fiesta de las especulaciones y rumores lanzándose de cabeza en el lado de Microsoft: a su juicio, a Xbox 360 todavía le quedan años, y se atreve incluso a decir que un mínimo de dos.
La reciente QuakeCon fue el escenario en que analizó la situación del sector y profundizó en una idea que está cada vez más extendida por mucho que las noticias sobre una nueva generación no dejen de aparecer: "creo que las cosas van a seguir igual, los usuarios están felices con la actual generación, hay mucho que puede hacerse con las consolas actuales por lo que ni sucederá el año que viene, ni el siguiente".
Microsoft, que había centrado su estrategia en la última época en periféricos más que en volver a dar el primer paso en un salto tecnológico, se encuentra en una situación relativamente estable con Kinect. El aparato, con una aceptación considerablemente mayor que la de PS-Move, tampoco ha revolucionado el videojuego ni ha puesto en evidencia ninguna necesidad de mayor tecnología para su consola, con más tiempo a la venta que Playstation 3 pero con un prometedor catálogo por delante. A partir de ahí, toda noticia sobre nueva Xbox tiene tanto de especulación como de innecesariedad.