Sobre la base de Tail Concerto, juego de PSX de 1998, CyberConnect2 presenta esta secuela conceptual para Nintendo DS y casi de tapadillo, por la puerta de atrás, se coloca como uno de los mejores juegos que ha recibido la portátil en los últimos meses y es más que probable que sirva para muchos como despedida a la exitosa etapa de la consola táctil que tantas alegrías le ha dado a usuarios y a la casa del fontanero.
Solatorobo respira como un RPG y se mueve como una aventura de plataformas y acción. No hay combates por turnos, para alivio de los menos aficionados, y los mapeados están conectados por sencillos menús, al estilo de los RPG de avance por misiones. El protagonista principal se mueve sobre un robot al que podrá irle añadiendo mejoras gracias a un sistema simple de subida de nivel y experiencia. Las batallas se ejecutan sobre los propios escenarios y a base de golpes y contragolpes en tiempo real. El robot debe atrapar a los enemigos y golpearlos en su punto débil, ya sea lanzándolos contra el suelo o arrojando algún objeto cercano. Para evitar la monotonía los combates se alternan y el estilo de lucha cambia en cada punto del mapa, para darle variedad a los enfrentamientos.
Unido a este simpático y adictivo sistema de juego el jugador se encuentra con un acabado gráfico y musical rotundo, que sumerge desde el principio en el universo steampunk antropomórfico que plantea esta aventura: un mundo de islas flotantes habitadas por gatos y perros, ilustrado con un delicioso acabado anime, repleto de escenas de vídeo y melodías dignas de ser recordadas. El motor gráfico de DS hace lo que puede con el amplio y rico mundo que presenta el juego, y si bien es cierto que en otra consola hubiese disfrutado de un acabado mucho más rotundo, los 'trucos' con los que se palían la falta de potencia gráfica son agradables y no molestan.
Como extras a la aventura principal pueden descargarse nuevas misiones vía conexión WI FI con Nintendo y disfrutar de varios circuitos de carreras de naves que, dentro de la historia principal, cuentan con su importancia dentro del guión, que en la tradición de las aventuras japonesas, no aporta nada nuevo al género (abusando de estereotipos mil veces usados) pero de una manera tan descarada que provoca el guiño cómplice con el jugador y el cariño inmediato hacia los personajes.