Todavía sin un control digno para los videojuegos, el iPhone de Apple aparenta tener todo lo demás. En la reciente y muy esperada (y por tanto, inevitablemente decepcionante) presentación en Cupertino, Tim Crook ha expuesto principalmente mejoras de software (muy centradas en el control de voz), y en lo que a la parte de hard se refiere, novedades centradas especialmente en el objetivo de la cámara de su nuevo terminal, nueva antena, y sobre todo el uso de los chip A5 que incrementan notablemente la potencia del móvil.
¿Forma de sacarle partido? Pues a pesar de su política contradictoria con el videojuego, en Apple no encontraron mejor forma de hacerlo que con Infinity Blade 2 de Epic. Una exhibición que unida a las posibilidades de conectar el iPhone 4S a una gran pantalla hacen pensar... sí, en la falta de un buen controlador.
Entre tanto, FIFA 12 llega a iTunes reforzando todavía más un catálogo cuya rentabilización sigue inquietando a las grandes compañías por el papel preponderante de las pequeñas aplicaciones o minijuegos anecdóticos que inundan la parrilla de lanzamientos frente a apuestas que exigen de una mayor inversión.