El ‘Angry videogame nerd’ del que hablábamos la semana pasada, merece más de una columna/post/artículo. Teníamos otro pendiente, y en esto que la actualidad se ha cruzado en nuestro camino: puede haber videojuego de Superman. Al fin.
El potencial técnico actual, la experiencia que estudios como Rocksteady han mostrado con superhéroes, y las enormes deudas que el videojuego tiene con Superman, darían sentido a un título que con mucho esfuerzo e inspirado en alguno de los grandes, podría ser enorme. Algo del concepto sandbox en cuanto a una enorme ciudad en que no se quede encerrado, algo de las andanzas de movilidad que mostró Red Dead Redemption por ejemplo, esta vez sin caballo, sobrevolando a toda velocidad anchas extensiones para llegar de una ciudad a otra… puede que eso sea pronosticar que los de Rockstar son los encargados ideales, pero Rocksteady ha hecho tanto con Batman, que como afirma Paul Dini (quien la ha liado al explicar que él querría hacer el guión de un Superman tras haber hecho el de los dos Batman), efectivamente, deberían ser ellos.
No obstante, antes hay cosas de las que hablar. Las infamias. Algunas de las que ya hemos hablado, una que merece más atención… y sería divertido liarse a ello directamente, pero hay que reconocerlo: sin que nos haga el trabajo, lo de nuestro amigo el Angry es muy ilustrativo de lo que se hizo en Superman cuando ya pensábamos que una consola podía estar a la altura de las circunstancias (y saldar deudas pasadas, etcétera). Solo que lo de Nintendo 64… fue otra historia.
La cosa empieza fuerte en el vídeo de AVN: explica que se va a encargar del juego del que todos quieren que hable. Tras dar un repaso a la versión de Commodore 64 (“con una de las fases más enervantes de la historia, en que cada vez que te da un enemigo te devuelve atrás”), lo reconoce: era broma, el Superman 64 no era el mediocre de C64… sino el infame de N64 (“vamos, ¿de veras queréis que juegue a esto?”). Y ahí llegan las perlas.
Un inicio sin la música de Superman, empezar a las bravas volando dentro de anillos gigantes sin intro alguna… y si te equivocas gracias a los controles deleznables… imposible superar fase por el tiempo que implica volver a por él. Pero el suplicio no acaba. Nuestro protagonista puede atascarse de pie bajo un puente… momento en que podemos comprobar que puede pegar extraños puñetazos ¡a pesar de que no hay enemigos! En un juego que es una especie de Starfox, sin rivales. ¿Sentido?
Tras varios intentos, es posible superarlo… y entonces no hay tiempo para saber de qué va la siguiente fase ¡y de vuelta al principio!
Hay algo mejor, con lo que nuestro querido Angry se ceba: el modo práctica. Permite hacerse con el juego… ¡pasando por entre anillas exactamente como las del juego! ¡lo mismo sin “premio”!
Quien llegara a superar la extraña fase del coche (cogerlo, lanzarlo), se enfrentaría a una tercera fase… con anillos. Anterior a una cuarta en que hay que lanzar otro coche… pero la fase final tiene… más anillos. Surrealismo puro. Fácil entender el odio que muchos sienten al cartucho en cuestión.