Una vez más, una nueva versión que se hace esperar bastante. Desde que se puso a la venta Sons Of Liberty como juego estrella, no hemos tenido otro nuevo capítulo y sí muchas esperas. De todas formas, también una vez más ha valido la pena esperar por muchos motivos: la brutal calidad gráfica, el profundo guión, un cuidado resultado final del producto y, sobre todo, el mantener el carisma del juego y de su personaje, Solid Snake.
Normalmente nuevas partes de juegos famosos y triunfadores siempre se limitan a más de lo mismo. Pero este tercer capitulo de los MGS se lo han trabajado excepcio-nalmente, y mientras iban saliendo versiones más light de Metal Gear para plataformas móviles, el proyecto grande se iba trabajando aquí.
Esta vez el agente de la CIA, Solid Snake, desarrollará sus habilidades en los años 60, en plena guerra fría, en donde tendrá que localizar y rescatar a un científico nuclear secuestrado y recuperar su gran invento: un tanque de última generación llamado Sangohod. La acción se desenvolverá en frondosas selvas tropicales, bosques húmedos y oscuras bases militares. El guión es increíblemente absorbente y su profundidad nos mantendrá dentro de la acción en todo momento. Además la aparición de escenas cinemáticas prerenderizadas (secuencias de video para explicar el argumento, tipo película) intercaladas con la acción es muy rápida y adecuada, durando estas bastante menos que en anteriores entregas, algo que varias veces se le había echado en cara. Todo esto junto con la novedad de poder interactuar con otros personajes, como por ejemplo Eva, otra agente especial, u otros soldados los cuales no podremos manejar como a Snake pero a los que sí deberemos proteger, guiar o alimentar, hace que la acción se parezca más todavía a una muy buena película de espionaje e infiltración. Y nos promete más de 20h de juego (si somos muy buenos) y grandes dosis de adrenalina, emoción y algo puramente divertido que, al fin y al cabo, es lo importante.
Tratando el tema de los gráficos solamente cabe una palabra ya dicha. Brutales. Y no lo son tanto por increíbles explosiones o monstruos espeluznantes y tremendamente detallados, sino que se le debe atribuir más al extremo aprovechamiento de los recursos de la PS2, exprimida al 100%, por lo exageradamente detallado de sus decorados y personajes. Un estilo a los escenarios y personajes del Half Life 2, otra maravilla en cuanto a ambientación e inmersión en el guión. Los carácteres están detallados al extremo e incluso sus movimientos faciales coinciden a la perfección con sus diálogos y frases.
Además dispondremos de gran cantidad de trajes, disfraces y maquillaje disponible para transformar a Snake en cualquier momento. Los escenarios son realmente espectaculares ya que cualquier aspecto es independiente al azar: animales que pueblan la selva y que reaccionan a nuestra presencia (cocodrilos que se meten en el agua al vernos, murciélagos que salen disparados de una cueva en bandada al entrar nosotros, gritos de monos y de aves tropicales en la selva…), múltiples objetos cotidianos por los escenarios (revistas, vasos…), una representación perfecta de las diferentes horas del día (con puestas de sol, mediodías resplandecientes, amaneceres anaranjados…), árboles y arbustos que se balancean con el viento, efectos de niebla y de profundidad de campo… Un sinfín de rasgos ambientales y de calidad gráfica que no hacen que nos fijemos en ellos ya que están tan bien realizados que pasan desapercibidos y nos meten de lleno en la acción.