Bohemia Interactive no manejará grandes presupuestos en comparación con EA, Konami o Activision, pero los que gestionan sí pueden parecer igual de abultados en comparación, tratándose de un pequeño grupo de programadores de lo que se conoce como la alternativa indie.
En sus circunstancias, la piratería puede doler igual o más, y las maneras de enfrentarse a ella, por más que haya tipos visionarios que hablan de nuevas formas de negocio nunca concretables, siguen los cauces habituales, recibiendo por tanto las quejas habituales.
Ante las quejas de algunos de sus usuarios en sus foros, el estudio se ha visto obligado a publicar un comunicado bastante ilustrativo: "uno de los aspectos claves al desarrollar un juego en esta época es cómo protegerlo; es sobradamente conocido que desde que cualquier título es publicado, debe enfrentarse a aquellos que buscan cómo descargárselo gratis, que por la razón que sea sienten que tienen el derecho a no pagar por algo con independencia del número de horas que ha implicado su desarrollo".
Bohemia empleó FADE desde Operation Flashpoint, un sistema que permitía probar el juego antes de que diversas limitaciones fueran dificultando el avance, algo que ahora en Take on Helicopters sigue viguente con un emborronado progresivo de la pantalla. Su forma de verlo es rotunda e implica también a la comunidad de usuarios "ningún jugador que se ha gastado su dinero difícil de ganar quiere estar en multijugador con gente que no se ha comprado el juego".
Para una perspectiva más analítica de la piratería, qué mejor que el especial recientemente publicado en nuestra edición impresa.