Con un título como Grand Theft Auto 5 en la agenda, es imposible desviar la atención en cualquier otra dirección. Todavía queda mucho por saber de una quinta entrega cuyo primer vídeo no puede ser más prometedor (incluyendo entre las incógnitas la fecha de salida, que algunos fijan para noviembre de 2012), y Rockstar maneja los tiempos consciente de tener todo el poder en sus manos.
Es por ello que la tercera de Max Payne puede promocionarse y ser otro de los lanzamientos con repercusión, sin quitarle un ápice de atención a la joya de Rockstar. Y por lo que la compañía puede permitirse incluso sorprender anunciando la posibilidad de un regreso como el de Bully.
Quizá algunos usuarios hayan olvidado a uno de los títulos controvertidos de Rockstar publicado en Playstation 2, que tuvo incluso que ser matizado entre ataques frontales a su temática que giraba en torno al 'bullying'. No faltaron defensores que vieron cualidades positivas (como la normalidad en el trato a la homosexualidad), y en cualquier caso la acogida fue positiva en terminos económicos.
En ese sentido no resulta extraño que haya continuación en el horizonte, por más que con el tiempo su nombre haya sido arrinconado. Dan Houser, jefe de Rockstar, ha sido el que ha soltado la primicia en una entrevista a Gamasutra: quiere revisitarlo después del lanzamiento de Max Payne 3. Incluso desvela los motivos por los que la secuela hasta ahora no se había planteado: "no había impetú para hacer el juego antes, pero dijimos 'encargaos de Max (Payne) y veremos qué hacemos entonces con Bully" (dirigiéndose al equipo de Rockstar Vancouver, encargado al parecer de ambos). El matiz de Dan, de los positivos: "cada título lleva lo que lleva; tienes que hacer el juego adecuado antes de lanzarlo".