Para llegar hasta Skyrim Bethesta ha recorrido un largo camino iluminado en los últimos años por obras maestras como el venerado “The Elder Scroll 3:Morrowind” e incluso de Oblivion, una secuela espiritual con el que la compañía se introdujo en los corazones de los usuarios de Playstation 3 y Xbox360. No fue sin embargo su primera inclusión en consola, ya que la veterana Xbox pudo disfrutar con Morrowind, una de sus mejores obras.
Un inmenso y bello viaje
El salto gráfico y las mejoras respecto a Oblivion se dejan notar desde el primer paseo en el carro de prisioneros. Aquí ya podemos contemplar como el modelado y el rostro de los demás personajes y habitantes tiene un mayor nivel de detalle, sin que sea necesario utilizar el recurso de hacer zoom sobra la cara de nuestro interlocutor. La escala del mundo de Skyrim es una vez más enorme y eso conlleva ciertas limitaciones si nos ponemos a observar de cerca algunas rocas o paredes, pero el global es ciertamente notable, tanto en texturas, como a la hora de construir un mundo lleno de riachuelos, cascadas, ventiscas... da gusto pasear por esos bosques y montañas. El detalle de armas y armaduras, así como la construcción y el detalle de casas, posadas o castillos, muestra un nivel artístico que pocas compañías pueden conseguir, otorgando fuerza y personalidad a cada rincón, cueva o ciudad de Skyrim.
Otra decisión que desde aquí aplaudimos enormemente ha sido la decisión de doblar a todos y cada uno de los personajes que nos encontraremos. No importa si tiene 2 frases o es uno de los protagonistas, todos nos contestarán en perfecto castellano, manteniendo una calidad fantástica gracias a un doblaje impecable y de muy alto nivel. Teniendo en cuenta la grandísima cantidad de personajes, el trabajo ha tenido que ser ingente, y la inversión sin duda notable. Que decir de los efectos de sonido o la música, basta chocar el acero, golpear un escudo, sortear una ventisca o pararse un momento a escuchar a los bardos, para constatar que nada se ha dejado al azar y que se ha trabajado en todos los aspectos.
Algunos detalles pueden no gustar a los más puristas, como por ejemplo eliminar el desgaste de las armas y por lo tanto dejar de necesitar acudir a un herrero para su reparación. Sin dejar de tener cierta razón, lo cierto es que a veces resultaba un poco engorroso, y hemos de reconocer que a nivel particular nos ha quitado un peso de encima, sin perder ni un ápice de inmersión durante el desarrollo.