La mecánica, el tunning, el fotografiado de nuestros vehículos, todo ello vienen a ser características adicionales para un compendio de virtudes que auna la banda sonora del momento con un apartado gráfico portentoso del que no puede explicarse su suavidad. Que en ningún motivo y por ninguna circunstancia hayamos logrado encontrar un atisbo de ralentización, un tirón, un momento de apuros, es tan inexplicable a la vista de los escenarios, colores y resolución, que da razones para los múltiples retrasos que ha sufrido en su llegada a las tiendas (prólogo de por medio) en el extremo celo por cuidar el resultado final.
El esfuerzo e inversión desmedidas se pueden apreciar en conjunto e individualmente. Cada uno de sus circuitos, desarrollados en seis meses y de los que se dice que están a 15 mm de fiabilidad a escala (¿?) se realizaron tras un despliegue de 30.000 fotos por cabeza (aéreas, topográficas, por satélite...). Los coches, con 20 diseñadores por cada uno de ellos requirieron una media de tres meses a cada grupo, que a su vez usaban 500 fotografías para la fiel reproducción. Sus motores fueron grabados para dar cuenta de una fiel e identificable acústica que personalizara más cada uno de ellos. Un dato tan curioso como significativo: llevaría un año sin descansos recorrer en cada uno de sus coches durante quince minutos sus circuitos uno a uno (que además se duplican con la opción de recorrido inverso).
Y de entre todas las opciones de personalización, compra, adiestramiento en complejos permisos de conducir etc. un añadido novedoso como es la opción de limitarse a ejercer de manager que dará espacio a los que habitualmente se colocan cerca del jugador en un título de estas características, a opinar qué debe hacer quien está a los mandos. Algo de táctica y experiencia serán necesarios en este nuevo añadido.