Escasos días después de ser noticia por su abandono de Twisted Metal, apenas unas horas después de que su nombre vuelva a la palestra a propósito de las posibles formas de hacerse con capital para sus próximos proyectos, David Jaffe sigue siendo noticia.
En esta ocasión, el creador de God of War se ha posicionado en los principales medios del videojuego por un tema recurrente: las escenas de vídeo de los videojuegos. Para alguien que se ha ganado tanto crédito en cuestión de estructura de un título con uno que fue definido como la recuperación con mayúsculas del arcade, su perspectiva tenía una especial importancia, de ahí el eco que han obtenido sus palabras.
"Mi discurso va en la línea de advertir sobre los motivos por los que un videojuego no debería contar una historia. Es una mala idea. Una pérdida de recursos y de tiempo y dinero. Y más importante aún: atrofia y lleva atrofiando durante unos diez años al videojuego como medio". Ahí es nada.
No obstante, a la hora de profundizar en el tema, diferencia lo que son juegos "de jugador autor" (poniendo como ejemplo a Skyrim) en los que el jugador se convierte en la historia, y aquellos en los que el jugador recibe la narrativa del diseñador.
Sobre estos últimos, que centran sus inquietudes, explica cómo probablemente "con la llegada del CD como soporte de almacenamiento, los gráficos de gran acabado y los doblajes, llevaron a los videojuegos a una dirección equivocada que era muy atrayente". Sobre su propósito, claridad absoluta: "quiero hacer un juego verdaderamente bueno en la otra dirección, no hacer un juego cinemático". Visto su currículum, su intención desde luego parece creíble.