Koichi Hayashida es el director de Super Mario 3D Land, uno de los títulos más icónicos y exitosos, responsable en una parte muy importante de la recuperación en ventas de Nintendo 3DS. Desde un principio el título estaba concebido para ser algo relevante para su compañía, una pieza que podía marcar el futuro de los acontecimientos. Lo que era impredecible era hasta qué punto su desarrollo iba a ser diferente.
"Así es: podría morir", se dijo Hayashida el 11 de marzo del pasado año cuando un terremoto y posterior tsunami -con crisis nuclear de remate- golpeaban su país. "La oficina cerró durante una semana, no sabíamos si seguiríamos desarrollando el juego en Tokyo o no".
"No sabía que hacer con mi vida en aquel momento", relata. "Nos preguntábamos qué podíamos hacer para ayudar, y pensamos que poner unas sonrisas en las caras de la gente al final del año podría ser nuestra aportación", añade a propósito de su vuelta al trabajo y de cómo encararon la continuación de Mario 3D Land.
Con todo para Hayashida la situación inicialmente fue difícil, porque "no es fácil dar diversión en esas condiciones". Pero posteriormente le sirvió para enfocar la diversión de una forma diferente, alejada del patrón habitual, para preguntarse cómo hacer las cosas de otra forma. Algo que se refleja en la naturaleza de un juego que ha arrasado en crítica y ventas.