Demasiado fácil parecía aquello de copiar y mejorar la idea de Nintendo y su Wii para triunfar: evolucionar los Wiimotes, añadir un Eye Toy más fino y a correr. Al menos en Microsoft reinventaron lo del control, y por extraño que pudiese resultar la idea de quitar los mandos, el sistema no solo funciona -y vende- sino que parece se integrará en numerosas aplicaciones futuras de la compañía.
La cuestión es que en Sony, con 10,5 millones de Move comercializados, ven como su sistema no termina de tirar. Algo que puede explicar la falta de impetú de una empresa que debe repartir sus intereses en propuestas como Vita, todo un reto tal y como se encuentra el videojuego portátil. En palabras de Fergal Gara -jefe de la división británica de Sony- "lo podíamos haber hecho mejor con Move".
Según continúa describiendo Gara, Move "está mejor adaptado al mercado de jugadores casual, y tenemos claro que podíamos haber publicado mejores juegos para Move [...], es una gran tecnología que no tiene grandes aplicaciones todavía, por lo que tenemos un trabajo que hacer fortaleciendo su catálogo, pero que nadie piense que nos olvidamos de ella".
En lo que a la competencia se refiere, con Wii agotada y a la espera de sucesión con Wii U, Kinect tiene datos de venta por encima de los 10 millones pero que no se actualizan desde marzo de 2011.