Monkey Mania
Este es un título de tablero tipo gincana o juego de la oca especialmente destinado a los más pequeños de la casa. Y decimos especialmente porque es bastante simple y con los gráficos y sonidos bastante sencillos, aunque siempre es posible disfrutar con él. El funcionamiento es simple: dependiendo del número que nos salga en una ruleta, avanzaremos por un tablero y tendremos que realizar una prueba para poder seguir.
Hay sobre unos 50 y da para bastante diversión, sobretodo en compañía. La única pega es que si se juntan 4 adultos delante de la tele para participar ni caben en la pantalla ni pueden realizar los minijuegos tranquilos, pero es bastante divertido.
Además, en vista de que todavía no había ningún juego de tablero para EyeToy la idea responde a la originalidad propia de los 3 títulos comentados.
EyeToy Antigrav
Es la gran novedad y el que supone una mayor “revolución”. A diferencia de los otros dos juegos, en este no veremos nuestra imagen ni nuestra silueta en la tele. No hace falta. La cámara captura nuestra imagen y los movimientos de nuestra cabeza, manos y cuerpo, y con ello el personaje que encarnamos realizará los movimientos que nosotros hagamos.
Se trata de un juego de Surf futurista en el que podremos manejar a 10 surfistas espaciales en 5 circuitos tipo WipeOut en los cuales tendremos que esquivar y ganar a los contrarios, no golpearnos con el escenario, hacer piruetas y ganar la carrera. Realmente parece que se centra en carreras futuristas sin más, pero la gran novedad de controlarlo con cuerpo nos hace estar muy muy cerca de lo que llamaríamos “realidad virtual”.
El sistema está tan bien depurado que el personaje realmente reacciona al instante y con toda precisión a nuestros movimientos: moviendo la cabeza a izquierda y derecha nos desplazaremos en esa dirección, con el movimiento de las manos golpearemos a los contrarios y saltando o agachándonos realizaremos ese mismo movimiento.
Realmente es increíble y engancha muchísimo, convirtiéndose en una gran novedad que merece mucho la pena. Por él sólo vale la pena el EyeToy. Solamente podemos ponerle 2 pegas, dado que a su jugabilidad le acompaña unos excelentes gráficos que se mueven a alta velocidad con un gran aspecto sonoro: su desarrollo se hace bastante corto jugando solo y, sobre todo, es imposible jugar más de 1 hora seguida al juego, es humanamente imposible, ya que acabaremos reventados.
Jugar a títulos como Burnout durante media o una hora no cansa, incluso pueden pasarse varias seguidas sin síntomas serios de cansancio, pero es que aquí para cada giro, golpe, curva, salto, cambio de rasante, para coger un bonus, arma o cualquier otra cosilla que haríamos con una simple presión de un botón, tenemos que mover medio cuerpo… El realismo y la diversión tienen un precio…
En resumen, los tres juegos con los que se amplia el catálogo de Ps2 para Eye Toy, dan a elegir entre todo tipo de posibilidades para sacar todo el partido al periférico, y aportan grandes novedades como en el último caso.
Muy recomendables para disfrutar como niños, con independencia de la edad del usuario.