Si tiene algo de cierto aquello de que "cuando el río suena, agua lleva", la que podríamos llamar 'novísima generación' tiene cita con las tiendas a la vuelta de la esquina. De poco han servido los numerosos desmentidos acumulados en los últimos meses: su prometida ausencia en el próximo E3 no se ve de igual forma ahora que todo apunta en otra dirección.
Así, la pasada semana anunciábamos el que podría ser nombre en clave de Playstation 4, Orbis, que llegaría al final de 2013. Se anunciaban cosas tan desconcertantes sobre ella como que prescindiría totalmente de la compatibilidad con el catálogo de Playstation 3 y que buscaría validar de algún modo los juegos adquiridos para anular el mercado de segunda mano y la piratería.
Ahora llega la nueva ronda de noticias: por un lado la sucesora de Xbox (llámemosla 720) se apunta también a la fecha de finales de 2013 para llegar a las tiendas, y lo hace igualmente buscando controlar los juegos que pasan por sus circuitos, en su caso apostando descaradamente por la conexión permanente a internet. Según parte de las especulaciones (en este caso no desmentidas por Microsoft, que se ha limitado a advertir que no comentan rumores "si bien siempre trabajan en nuevos productos") funcionaría con dos GPUs que para algunos equivale a "dos PCs juntos".
Pero Playstation no se queda atrás en rumores tampoco en esta ocasión. Con uno que no casa bien del todo con lo antes expuesto, la nueva máquina de Sony se adelantará a la nueva Xbox, algo con escaso margen si ambas aspiran a salir en el último trimestre de 2013. Según esta nueva información (difundida como parte de la anterior por VG247 que parece lanzarse a la piscina reiteradamente, y recogida por medios como IGN), en Sony estarían plenamente confiados en batir a Microsoft, apostando en esta ocasión por no ceder tanto terreno como en la generación actual. Por ello, muchos desarrolladores ya sabrían de las especificaciones de la nueva máquina, en tanto que a lo largo del presente año recibirían información mucho más concreta.
Sí, esto está lejos de darnos un respiro.