La serie de fútbol rolero de Nintendo presenta su eficaz secuela por partida doble: con dos versiones del mismo juego, cada una con sus jugadores exclusivos y tramas propias que harán las delicias de los fans del anime y los afortunados sin prejuicios que se acerquen a su original propuesta.
La fórmula para mejorar al equipo se mantiene con consabidas mejoras. Junto a la opción de 'ojear' personajes se suma la opción 'fichar', que permite reclutar a jugadores con los que hayas compartido un encuentro 11 contra 11. Seleccionando las necesidades de búsqueda se despliega un abanico de personajes que solo hay que ir a buscar para hacerlos ingresar en el equipo. Si bien algunos piden ciertos requisitos o se encuentran escondidos, buscar a los mejores asegura la victoria en las últimas etapas del juego, aunque no es del todo imprescindible, ya que en esta ocasión la trama permite que se avance de manera más fluida sin estos momentos de 'farmeo estilo pokémon'. Otro de los añadidos son las cadenas de partidos, en los que se puede repetir enfrentamientos finales para subir de nivel y obtener premios. Por último, el número de partidos que se juegan en esta entrega es mucho más elevado que en la anterior, estando algunos de los equipos de la primera parte solo disponibles en la opción cadena de partidos y entrenamientos.
Las diferencias entre versiones (Tormenta de Fuego y Ventisca Eterna) se encuentran en los 150 jugadores únicos de cada edición, así como el personaje secundario que toma peso en la historia, Axel o Shawn y el interés amoroso del protagonista, que según la tarjeta puede ser una u otra de las chicas del equipo. Por último, dos equipos únicos de cada versión y dos personajes venidos del futuro son el resto de diferencias que se encuentran en la segunda parte. La opción de conexión permite, como en todo juego de estas características, compartir formaciones y retar en diferentes duelos. Si acaso, un modo online habría servido para redondear la experiencia social de Inazuma Eleven 2.
La segunda parte de Inazuma Eleven consolida la propuesta con una secuela mucho más divertida y que se deja disfrutar de principio a fin. Su original propuesta hace que se pueda disfrutar aunque no se sea fan de la serie y la existencia de una tercera parte para DS (con tres versiones en esta ocasión), un arcade para Wii y nuevas ediciones para 3DS aseguran larga vida a esta franquicia. Si llegan a Europa dependerá de si termina por consolidarse en estas tierras el fenómeno. Sin duda, con juegos tan divertidos como este el objetivo no es difícil de conseguir.