Con la determinante importancia del catálogo de una consola para hacer que esta tenga éxito o no -algo que más allá de la evidente lógica hemos visto reafirmado con Nintendo 3DS-, que Nintendo tenga un reto de la talla de Wii U y que lo haga sin contar con un poderoso aliado no parece la opción más lógica.
Cierto que con Wii sirvió una especie de minijuego como Wii Sports para colocar prácticamente una consola por casa. Pero cierto también que las cosas ahora son diferentes, que la modas ha pasado, la recesión aprieta, y los 300 euros que podría costar cada Wii U harían que sólo los muy apasionados del videojuego -y de Nintendo- se lanzaran a por ella.
¿Qué mejor en ese sentido que un nuevo Mario? El orondo fontanero no sólo es un icono de lo más vendido, también de la superación a través de los tiempos. Su capacidad de adaptación ha permitido que muchos de sus usuarios se mantengan fieles, ganándose por el camino los unánimes elogios de la crítica por cosas como la redefinición de las plataformas en Galaxy (rematada en su segunda parte), que consuma una trayectoria iniciada con el reinado en enfoque bidimensional y la primera gran aventura de plataformas 3D con Mario 64.
No obstante, las cosas podrían ser muy diferentes con el nuevo Mario, y de ahí que el registro de Mario 4.com tenga su importancia: Satoru Iwata declaró recientemente que el enfoque Galaxy lo daban por agotado, que era hora de volver a algo 2D. Retomar por tanto la numeración previa a Super Nintendo (Super Mario World) y seguir donde lo dejaron tras el Mario Bros 3 de NES podría suponer una nueva forma de salirse por la tangente. Algo que en todo caso está todavía pendiente de confirmación.
Quizá el próximo E3 y como forma de darle repercusión a Wii U...