No menos de 300 euros. Esa es la cifra que recientemente fijaron algunos analistas y que escandalizaba a quienes recordaban que el efecto novedad de la primera Wii es irrepetible (por no hablar de que la nueva Wii U no parece capaz de superar a las actuales Playstation 3 y Xbox 360).
En todo caso, quienes esperaban una revelación por parte de Nintendo en el próximo E3, deberán seguir esperando. Por mucho que la consola tenga que salir este año y la feria pille ya muy cerca de su lanzamiento, no será en Los Ángeles donde desvelen el misterio.
Es probable que en la compañía de Mario estén tratando de moderar el precio hasta última hora. La experiencia con 3DS les ha demostrado tanto la importancia de tener uno competitivo, como el riesgo de ser excesivamente competitivos al fijarlo: el recorte de precio del pasado verano, imprescindible para popularizar la consola y vender más software, ha llevado al primer ejercicio en perdidas de Nintendo en 30 años.