En muchas ocasiones al contemplar las adaptaciones a cine de conocidas licencias del videojuego, algunos jugadores se han planteado si no habría sido preferible extender alguna de las intros del original y replantear el tema de los traslados de videojuego a película.
El grado de desarrollo de las escenas de vídeo, así como el progresivo avance en los 'engine' de los juegos a medida que la tecnología daba más opciones, ha llevado a un punto de unión lógico que se materializará en manos de Valve: para la realización del próximo film de Shane Acker (director de 9), Valve suministrará su tecnología conocida como Source Engine, dando nuevas posibilidades técnicas a Deep, su nuevo proyecto de animación.
Como película de aventura-acción, Deep es una especie de Western 'bajo el agua' que nuevamente se inscribe en el género postapocalíptico: lo que queda de la humanidad está hundido bajo el mar. Para materializar esta visión, el Source Engine tendrá un papel importante: "las herramientas dan flexibilidad en la fotografía y en la edición, una iluminación económica y efectos de sonido y visuales; el tiempo de renderización prácticamente desaparece, lo cual permite rápidas revisiones que ahorran drásticamente en tiempo y dinero sobre una producción convencional". Ahí es nada.
Falta por ver el nivel del resultado y si está a la altura de la animación convencional. Si así fuera, fácilmente marcaría un antes y un después.