Colas interminables en las principales ciudades. Ese ha sido el estreno de PSP en la noche antes de su puesta a la venta oficial. Vista la enorme acogida del sistema de reservas ideado por Sony para recibir a su nueva consola portátil, tiendas de todo el país decidieron abrir la noche antes para alegría de sus compradores, quienes llevan esperando la consola desde que saliera a la venta en Japón el pasado mes de diciembre.
El honor de entregar la primera PSP española recayó sobre James Armstrong, Vicepresidente y Consejero Delegado de SCE para España y Portugal. El afortunado fue el madrileño Ángel Gálvez, quien estuvo esperando desde las 12 de la mañana para tener entre sus manos su deseada PSP. Más de 700 personas en Madrid, 500 en Barcelona, 300 en Valencia, 250 en Vigo, 200 en Alicante, 200 en Sevilla, 150 en Oviedo, etcétera, formaron interminables colas que daban la vuelta a la manzana.
Esta ansia por tener una de las primeras unidades se hizo especiamente evidente cuando ante el retraso de Europa respecto a Japón, multiples usuarios europeos optaron por la importación. Bien del país nipón, o de EEUU cuando el pasado mes de marzo se inició su venta en territorio yanqui, la propia Sony tuvo que tomar medidas para actuar contra las tiendas que vendían en países en los que a su modo de entender no estaban autorizados.
No obstante, la noche del 31 de agosto ha supuesto un golpe de efecto importante para la competencia en portátiles, donde hace poco Phil Harrison, representante de Sony, no dudó en ningunear a Nintendo y calificar a su rivalidad de "irrelevante".