Convertidos en objeto de culto desde aquel primer cortometraje nominado al Oscar hace ya quince años, las desventuras de ese inventor torpe con preferencia por los trastos inútiles llamado Wallace y su perro Gromit han ido llegando con cuentagotas debido al enorme trabajo que representa la animación en plastilina con la que su creador Nick Park da vida a ambos personajes. Ha tardado, pero por fin Wallace y Gromit pueden lucirse en formato largometraje con la reciente “La Maldición de las verduras”, la cual ha generado a su vez el inevitable chorro de merchandising y licencias promociónales entre las cuales se encuentra el juego que nos ocupa.
Aspectos generales
El juego sigue fielmente el argumento de la película en la que los servicios de la estrafalaria pareja son requeridos por Lady Tottington para deshacerse de una plaga de conejos que han invadido la región para escarnio de los agricultores de la zona. Un accidente con los inventos de Wallace dará origen a una monstruosa criatura de insaciable apetito conocida como “El Conejón” a la que nuestros amigos deberán parar los pies. Con esa misión por objetivo tomaremos el control de ambos personajes, siendo Gromit el principal y teniendo que recurrir a la ayuda de Wallace, que le acompaña en todo momento, para realizar ciertas tareas.
Existe la posibilidad de que ese personaje pueda ser manejado por un segundo jugador, aunque ese segundo usuario no goza de libertad al estar siempre a expensas del encargado de controlar a Gromit.
Tras el ya típico tutorial que abre la partida, el juego se estructura en diversas misiones que si bien van hilando el argumento del film, permiten un margen a la hora de decidir cómo y en que orden llevarlas al ir eligiéndolas entre el mapeado, dependiendo también del momento en el que las realicemos puesto que ciertas misiones varían según se lleven a cabo de dia o de noche (de dia seremos acompañados por Wallace mientras que por la noche este cede su puesto a un conejo llamado Hutch, teniendo ambos personajes habilidades diferentes).