Control intuitivo en todo momento
Y así se plantea todo, sin más misterio. Escoge a tu personaje y, con la excusa de huir de la isla en la que se celebró el primer torneo, empieza a repartir leña. El sistema es sencillo, a pesar de contar con múltiples movimientos: puñetazo, patada, golpe fuerte, bloqueo, saltar, cargar golpe, movimiento especial, voltear y agarrar. Dos barras, una de vida y una de energía. Y una precisión y respuesta con el pad excelentes. No habremos de lamentar una muerte injusta por culpa del pad: la reacción de los personajes está asegurada, y el control es intuitivo a partir de las primeras pantallas. Elementos suficientes para desatar una masacre con las manos desnudas, principal exponente del juego (de hecho, se incluye un contador de combos, y se pueden alcanzar perfectamente cien golpes encadenados en cualquier pantalla con un puñado de enemigos sueltos).
Mención especial a los Fatalities, míticos y necesarios en todo juego que se precie de contar con las palabras Mortal Kombat en la carátula. A medida que avancemos y obtengamos el equivalente a puntos de experiencia (momento en el que pensamos en el sistema de evolución de Devil May Cry), podemos ampliar nuestro repertorio de técnicas, y adquirir nuevos fatalities (¡e incluso Multifatalities y Brutalities!) con los que eliminar a un enemigo con una combinación de ataques (a cual más brutal y sádico, empezando por el primero, en el que utilizaremos la cabeza de nuestro enemigo como si de un balón de fútbol de tratase, para despezarlo de un chupinazo) y que activaremos con una secuencia de botones predeterminada que deberemos memorizar, eso sí. Al realizar un Fatality se activa una secuencia cinemática, con fondo negro, en la que presenciamos la ejecución del enemigo en cuestión, deteniendo el resto de la acción.
A medida que avancemos en nuestra aventura nos toparemos con algunos de los protagonistas de MK, como Subzero, Sonya o Rayden. Algunos nos apoyaran (aunque sea en forma de consejos o en las secuencias cinemáticas) y otros seran enemigos de final de fase. Fases, por cierto, ubicadas en los escenarios de MK, especialmente de Mortal Kombat 2 (ya en el mismo Tutorial nos encontramos con la Guarida de Goro). Y, por supuesto, repletas de elementos con los que podemos interactuar, desde pinchos (en los que podemos empalar enemigos) a calaveras, piedras y restos de nuestros enemigos, que podemos emplear como armas. Los saltos también están presentes, y algunos nos llevarán al vacío insistentemente antes de controlarlos a la perfección.