Modo cooperativo: masacre a cuatro manos.
Sorprende un modo de juego, el ‘Ko-Op’, en el que dos jugadores, desde el comienzo, deberán controlar a los dos protagonistas para avanzar en la historia, cooperando para sobrevivir. Hincapié cuando decimos ‘desde el comienzo’: nada de involucrarse a jugadores a mitad de partida. Desde el comienzo y hasta el final, ambos jugadores deberán estar presentes. Quizá resulte más apropiado para familiares o vecinos que para jugadores fortuitos que se reúnan de tanto en tanto, pero no deja de resultar curioso (e igualmente entretenido: cuatro manos atizan más que dos). Y no pueden faltar los secretos (en forma de desbloqueo de imágenes y galerías varias), ocultos tras paredes que deberemos derruir lanzando a nuestras víctimas sobre ellas.
Los gráficos son correctos, pero poco más. Los enemigos se repiten una y otra vez, y en ocasiones las texturas presentan baja resolución, pero la acción se desarrolla fluida y con tiempos de carga prácticamente inexistentes. Y los escenarios, no podemos dejar de repetirlo, están perfectamen realizados. La banda sonora, por su parte, ambienta perfectamente la acción, y cuenta con doblaje en inglés (textos en castellano, por supuesto), más las voces originales de los primeros Mortal Kombat, que oíremos durante los combates.
¿Repetitivo? Sí, ¿y qué beat’em-up no lo es? ¿Machacabotones? Quizá lo sea en algunas partes del juego con escenarios a rebosar de enemigos, aunque la opción de escoger nuestras propias técnicas, adquiridas mediante experiencia, hace que nos esforcemos en seleccionar bien los movimientos. ¿Violento? ¡Esto es Mortal Kombat! Quizá sea demasiado corto, aunque la posibilidad de jugar de nuevo con el segundo personaje para obtener todos los secretos es un aliciente que prolonga su vida... ¡exactamente el doble! MK: Shaolin Monks es un juego que aprovecha la reciente remesa de los juegos de lucha callejeros, los ‘yo contra el barrio’, para hacerse un hueco en nuestras consolas. Y no decepciona, ya sea a aficionados a los títulos de acción en tercera persona, de lucha o de aventuras en general. Tras MK: Deception, un juego que destacaba por todas sus innovaciones (los ‘puntos mortales’, los ‘autofatalities’ o la interacción con todos los escenarios, por ejemplo), la originalidad parecía complicada en esta nueva entrega. Sin embargo, el reto ha sido superado.