La hora del cine
Carátula de la película 'Tron'
Caso curioso el de Commando, uno de los más aplaudidos y originarios títulos bélicos que de mano de Capcom debería considerarse el padre de una escuela como el shoot em’up y que algunos quisieron ver como la primera película inspiradora de videojuego.
Sobre lo primero, hay que matizar que bebía totalmente de la concepción de Space Invaders (hasta el punto que aquel matamarcianos se había concebido inicialmente como un título bélico de semejantes características, pero que por políticamente correcto pasó a la lucha alienígena); sobre lo segundo, la conclusión forzada se debía a la coincidencia de nombre con la cinta que llegó a la cartelera de mano de una vez más, el austriaco y reconvertido político Arnold Schwarzenegger. Pero tal gloria le correspondía a Tron, uno de los conceptos más clásicos de juego presentado en una trama de ciencia ficción que no obtuvo ni lejanamente la suficiente rentabilidad en taquilla.
Es en los 90 cuando el bochornoso intento de llevar a Mario a la gran pantalla con Bob Hoskins y John Legizamo aparece como el inicio de una época en que los superventas van a llamar la atención de las productoras.
Carátula de Double Dragon. La imagen no engaña.
Curiosamente, las dos franquicias que pueden tener más repercusión combaten sacando todo el sentido de la palabra: Street Fighter y Mortal Kombat, dos títulos de lucha uno contra uno, pasan de pugnar por las monedas del ring de los recreativos a pelearse por cuál de sus adaptaciones resulta más infame, una con Jean Claude Van Damme, otra con Christopher Lambert (el eterno Inmortal). Por no hablar –mejor no hacerlo– de otro caso de recreativa con nombre mancillado por aquellos años, el de la mítica Double Dragon. Tres mitos para el olvido.
Desde ese momento la mayor repercusión va a parar a los nombres que se la ganan de forma categórica en el videojuego. Lara Croft, convertida de forma inexplicable en un sex symbol poligonal, se hace carne en el cuerpo de Angelina Jolie en las adaptaciones de Tomb Raider. Coetáneo a su éxito, las conspiraciones de Umbrella que han elevado a los altares del juego moderno a Resident Evil lo llevan a vulgarizar su sentido del miedo con estética de videoclip a mayor gloria de una modelo insinuante como Milla Jovovich.
Milla Jovovich en Resident Evil. La modelo toma más protagonismo que el propio videojuego.