Con estos puntos mejoraremos su fuerza, el daño que hacemos, la potencia de los golpes especiales, las llaves, etc. Al mismo tiempo Brad irá desbloqueando nuevas técnicas de ataque y defensa que incorporará a su repertorio, realmente útiles cuando la cosa se complica.
La dificultad o más bien sus altibajos son el punto más negativo del juego, pasando de sencillos combates contra matones de tres al cuarto para encontrarnos de repente con auténticas máquinas de matar que nos llevará un buen rato vencer. Un modo aceptablemente divertido para un jugador deja paso al frenesí que tiene lugar cuando enchufamos varios mandos a la consola. Con un evidente toque caótico teniendo en cuenta que pueden jugar hasta cuatro personas, es una forma realmente divertida de encarar el reto. Aquí podremos configurar numerosos apartados, eligiendo escenario, si queremos usar armas, luchar uno contra los otros tres o incluir compañeros controlados por la consola.
Técnicamente no va a dejar a nadie con la boca abierta, sobre todo teniendo en cuenta lo alto que han puesto el listón nombres como God Of War, pero gráficamente Urban Reing mantiene el tipo para lo que esperamos de un lanzamiento reciente, destacando el modelado de los personajes, sus animaciones, las expresiones faciales y la posibilidad de destruir numerosos objetos en los escenarios.
Es cierto que Urban Reing puede resultar un tanto repetitivo si nos limitamos al modo de un jugador, ya que a lo largo de 100 misiones apenas cambiaran nuestros objetivos, pero merece ser remarcado que gana muchos enteros si aprovechamos su faceta multijugador. Como detalle curioso final, los artistas invitados: Paul Phoenix y Marshall Law son unos viejos conocidos de la saga Tekken que podremos llegar a desbloquear para usarlos en los distintos modos de juego.