Sencillo, ¿quizá demasiado?
No se trata de un título para expertos en el género: resulta demasiado fácil, y no se sale de las máximas de los adscritos a él. Batallas sobre grandes escenarios 'cuadri-culados', en las que el jugador controla por turnos (indicados en la esquina superior derecha de la pantalla, de manera que podamos calcular combinaciones más fácilmente) a los personajes que combaten en su bando señalando sus acciones, que incluyen ataques, hechizos y el uso de objetos, aparte del movimiento en casillas. Los ataques de frente restan menos puntos de daño que los laterales o los traseros, y hay que tener en cuenta los rangos de alcance de los ataques y las posibilidades de curación. Todo muy obvio.
No obstante, se han incluído ciertas novedades, para no caer en la misma pila que tantos otros. La principal es la asociación del terreno a determinados elementos o ‘runas’. De esta manera, un personaje afín a una runa determinada que se introduzca en la zona asignada a dicha runa podrá hacer uso de su poder.
Además, los personajes pueden ganar afinidad entre ellos conversando durante el combate y manteniendo su nivel de amistad, llegando a defenderse mutuamente del enemigo con contraataques de manera automática o atacando de manera combinada, un punto que resulta de gran utilidad en los últimos envites.
Enfrentamiento tras enfrentamiento, los personajes subirán de nivel y podrán aumentar sus habilidades gracias a la distribución de puntos adquiridos. Así, estas habilidades irán incrementado sus efectos conforme avancen, al tiempo que recibiremos nuevas habilidades.
Con el 3D nos quedamos
En el apartado gráfico se muestra definido, con cuadros de conversación legibles y diseños de personajes llamativos.
Losescenarios son cerrados, pero presentan visibilidad más allá del terreno de acción, a diferencia de la mayor parte de los Tactics, que suelen recortar los fondos. Las texturas son correctas y, además, la cámara no se mantiene fija, sino que varía conforma avanza el combate.
El diseño de los personajes en juego recuerda al estilo ‘cell-shading’, aunque en ocasiones se muestran como una amalgama de polígonos sin demasiado cuidado.
Sin embargo, se nota que han prestado atención a este aspecto: las animaciones en los Strategic RPG suelen ser 2D, simples, de ahí su sencillez, mientras que en ‘Suikoden Tactics’ son 3D, como los fondos, de colores vivos y muy fluidas, con aspecto de dibujo animado.
La banda sonora, sin destacar demasiado, cumple su función ambientando los combates, como los efectos de sonido, recuperados de otros títulos de Suikoden. Las voces se encuentran en inglés, si bien se encuentra completamente traducido al castellano (y enmarcado en los típicos cuadros de conversación, que acaban siendo pasto de los jugadores más machacabotones o impa-cientes).
No se trata, por tanto, de un título adecuado para los veteranos en el campo de los Tactics. La duración del juego tampoco se prolonga demasiado, aunque contemos con multitud de misiones extra y la posibilidad de encontrar a todos los personajes, tarea que sí nos puede llevar más tiempo del necesario. Y es que, a pesar de los detalles en la jugabilidad que diferencian a este título de los demás, ‘Suikoden Tactics’ se muestra carente de un argumento sólido y trascendente que nos guíe y nos anime a seguir jugando, demasiado humilde para un jugador experimentado. En resumen, un juego que deja a cualquiera con la agridulce sensación de ‘podría haber sido mucho mejor’. Falla en la profusión de personajes sin ton ni son, sin profundizar en ellos ni sacarles jugo para aumentar la complejidad de la historia. Los novatos disfrutarán con ‘Suikoden Tactics’. Para quienes busquen títulos más complejos, la compañía Nippon Ichi se muestra como la ‘gran hermana’ de los duelos en cuadrículas, con productos de renombre como ‘La Pucelle’ o el más reciente ‘Makai Kingdom’.