En un futuro próximo –ya hay quien le echa en cara el nombre de otro título de carreras más impactante como Project Gotham– podrá quedar en un puesto discreto. Pero de momento, RR es de los que mete la jugabilidad por los ojos. No se trata de que hayan rematado alardes gráficos para lograr algo nunca visto, se lleva de momento el gato al agua por contar con una franquicia conocida y tratarla con dignidad, lo aquí ofrecido es ante todo nítido y suave, se mueve con una comodidad que no puede si no otorgar toda la velocidad que esta escuela ha demandado siempre por su propia naturaleza. Al mostrar un escenario tan definido y con tanta solidez, la memoria del circuito será como siempre importante, pero atendiendo al horizonte no lo será por encima de los reflejos, cosa que no siempre ha sucedido especialmente con quienes pretendían forzar la rapidez.
La música no es algo especialmente recordable, salvo que usemos nuestros propios mp3 en la máquina y sean una banda sonora de nuestra exclusiva responsabilidad. En todo caso, el ritmo lo marcan los motores.
Detalles sobre el asfalto
Su ‘explorador de mundos’ concebido como su principal modo nos permite elegir varias rutas para dentro de ella pasar por siete circuitos divididos en cuatro secciones, formando el curioso número de 111 carreras. Eso sí, el número de circuitos se limita a los 30.
Los nitros tienen su importancia a la hora de dibujar opciones de juego, y es que tendremos las carreras normales (derrapar carga el nitro como se ha mencionado), aquellas con nitros limitados y formas muy concretas de aumentarlos, y las que no permiten su uso en ningún caso.
No podría pasarse por los modos de juego sin hacer especial hincapié en sus posibilidades on-line. Hablamos de Xbox, que si algo ha realizado de forma ejemplar en su consola anterior es la expansión del X-box Live. Aquí, nos suministra dos opciones, contrarreloj mundial (buscar el mejor tiempo posible y entrar en clasificación, poco mérito técnico) y batalla en línea, donde la competición es directa. Y más intensa.