Lo que en género parece decantarse del lado de las plataformas se acerca cada vez más a un título de lucha en que el gatillo no descansa y tenemos que aprender rápido a combinar armamento y a apurar la agilidad a la hora de esquivar a los rivales (si bien nuestra arma principal, la guadaña, refuerza su papel de plataformas funcionando como hélice o agarradera en muros). Si en algunos tramos la perspectiva se acercara hasta meternos en el cráneo blanquecino de nuestro protagonista, no distaría de un shooter al uso en cuanto a que disponemos incluso de botón para fijar objetivo, y gatillo derecho para mantenerlo mientras nos desplazamos aniquilando alegremente.
La acción a base de pólvora, con metralletas, lanzallamas y escopetas en conjunción con una guadaña de combos progresivos, acaba haciéndose merecedora de los mejores halagos, más cuando la técnica parece rozar el aspecto inacabado: algunos vacíos en escenarios, falta de dedicación en las texturas y algún puntual descontrol de cámara, sugiere la falta de un remate técnico no efectuado que en lo jugable se acompaña por algún que otro enemigo despistado que libre de las maravillas de la IA, decide hacer su propio camino enganchándose a andar contra alguna pared.
Quizá uno de los puntos más fuertes de Death Junior, de acuerdo con lo mencionado sobre su imagen, es las escenas animadas, aún cuando tradicionalmente nos tengan ya mal acostumbrados sí contribuyen a la introducción en su argumento al implicarnos. Luego se limitan a desvelarnos el rescate de nuestros amigos a cada superación de fase, devolviéndonos a una nueva misión en donde hay algo de mecánico y reiterado.
Con lo dicho es fácil concluir que estamos ante un producto original con varios alicientes y que ha quedado en menos de lo que debería por la falta del remate en que tradicionalmente tan bien se emplea Konami, pero que aquí le deja con unos flecos pendientes y en una competencia que con Medievil bien armado, muestra a este último más atractivo y compacto. Aunque a quienes les guste disfrutar de esa sensación de estar ante un producto salido de la mente de Tim Burton, esta será una buena oportunidad de seguir en mundos alegres y tenebrosos, enfrentándonos al mal con personajes que podrían ser sus representantes, pero que lejos de eso son nuestros simpáticos aliados.