Es bueno recordar que esto no es un Medal of honor, si asomamos mucho la cabeza probablemente la perderemos.
México, año 2013, militares rebeldes procedentes de varias partes del país tratan de hacerse con el poder mediante la fuerza, aprovechando una reunión en la cumbre con su presidente, el alto mandatario de Estados Unidos y el de Canadá, los cuales están a punto de firmar un tratado entre sus países. El presidente legítimo, apoyado por las fuerzas especiales de EEUU tratará de volver a restablecer el orden, entrando de lleno en la acción al mando de la fuerza operacional de Ghost Recon.
Esta fuerza de intervención rápida se caracteriza no sólo por su alta preparación, sino por la utilización de los últimos prototipos en equipación electrónica y armamento avanzado. Gracias al sistema cross-com y al visor que cada soldado lleva incorporado en el casco podremos detectar la situación del enemigo, el cual quedará señalizado mediante una retícula en rojo. Esto no significa que desde el inicio contemos con su situación exacta, ya que nos aparecerá únicamente en la proximidad y siempre dentro de nuestro campo de visión o el de alguno de nuestros compañeros, apoyo, etc.…
Tras un correcto tutorial donde aprenderemos lo más básico del combate urbano, ya en la primera misión nos encontraremos en medio de violentos tiroteos. El diseño, la ambientación y el realismo gráfico es tan rematadamente bueno que pronto nos hace creer que estamos realmente en medio de una guerra.
A pesar de que realizaremos varias misiones en solitario, normalmente mandamos un pelotón de cuatro soldados. De nuestra capacidad de mando dependerá nuestra supervivencia y la de nuestros hombres, por lo que se agradece disfrutar de un control tan completo a la vez que accesible para el jugador.
Podemos correr, lanzarnos cuerpo a tierra mientras corremos, parapetarnos tras cualquier obstáculo al tiempo que intentamos no palmar en medio de un tiroteo y damos ordenes a nuestros hombres. Es bueno recordar que esto no es un Medal of honor, si asomamos mucho la cabeza probablemente la perderemos.
Las siempre útiles granadas de humo nos ayudarán a avanzar en numerosas situaciones frente al enemigo, mientras que otras veces servirán como escudo mientras rescatamos a nuestros heridos. El uso de esas granadas para avanzar y otros aspectos como el curar a los soldados (sin llevarlos a un puesto médico) o la forma en que los posicionamos en algún parapeto o barricada dando ordenes al grupo, recuerdan lo visto en Full Spectrum Warrior, a pesar de que en los demás aspectos de juego los dos títulos nos ofrezcan cosas radicalmente diferentes.