La intensidad, variedad y diseño de las misiones es uno de los mayores aciertos del equipo creador de Ghost Recon.
La jugabilidad también tiene varios puntos en común con el juego de Pandemic. Constantemente deberemos buscar protección en todo tipo de elementos, paredes, barricadas, vehículos, y sobre todo evitar a toda costa avanzar por terreno descubierto.
El apoyo constante de nuestros hombres será vital para poder superar la mayoría de las misiones, flanqueando al enemigo, realizando fuego de cobertura, etc… pero en muchas de las misiones no estaremos solos con la infantería. Blindados, helicópteros y visores dirigidos a distancia nos prestarán soporte siempre que sea posible. Al igual que a nuestro pelotón, podremos dirigir a los blindados e indicarles por donde deben avanzar, que retrocedan a nuestra posición o los blancos que deben atacar, ya sea usando el mapa táctico o directamente en la pantalla principal.
Los helicópteros apache o black hawk serán vitales en más de una ocasión, sobre todo cuando sufrimos contraataques de blindados enemigos en inferioridad y podemos indicarlos inmediatamente los objetivos a destruir. Todo esto en medio de disparos, explosiones y probablemente con algunos heridos que necesiten nuestra ayuda.
La intensidad, variedad y diseño de las misiones es uno de los mayores aciertos del equipo creador de Ghost Recon. No solo los enemigos son duros de pelar, sino que nos atacan desde posiciones de francotirador, usan constantemente granadas, blindados de apoyo, poniéndote las cosas difíciles en numerosas ocasiones.
Tratando de darle mayor realismo, el desarrollo de las misiones no siempre será como esta previsto inicialmente. Sabremos como empieza una misión pero nunca donde o como termina. Numerosos imprevistos, movimientos enemigos, problemas en las comunicaciones (impidiendo usar el cross-com) rescates, escolta de rehenes, o porque no desplazarnos hasta cierto punto del mapa para conseguir armas antitanque con las que abrirnos paso, son todo elementos que aderezan un excelente modo campaña que logra mostrar la intensidad de la guerra sin que parezca un juego de niños.