Desde que se iniciara su desarrollo de Tomb Raider Legend (TRL) por el equipo conocido por dar vida a las sagas de Soul Reaver o Legacy Of Kain, se nos ha vendido el regreso a los orígenes de Lara, la vuelta a los tiempos en los que la aventura, la exploración y el diseño de los escenarios suponía un desafío mayor que el tamaño de nuestros enemigos. No obstante, y a pesar del cambio de desarrolladores, Toby Gard, creador original de Lara Croft participó en el desarrollo del juego, aportando su experiencia, asesorando al equipo de desarrollo y por qué no, cuidando un poco a su criatura.
El principal problema de El angel de la oscuridad es que no parecía una aventura de Tomb Raider, la poca inspiración en el diseño de los niveles y sobre todo una preocupante rigidez en el control, fueron los culpables de la decepción general.
No es que los anteriores Tomb Raider destacaran ni mucho menos por la fluidez de su control, de hecho era bastante limitado y poco realista, pero al menos estaba bien adaptado con el entorno y el diseño de los escenarios que teníamos que superar.
En TRL todos esos problemas han pasado a la historia, presentando un control preciso, rápido y sobre todo que responde perfectamente a nuestras órdenes en todo momento. La agilidad de Lara nunca ha sido tan espectacular, por fin disfruta de un verdadero control digno de un plataformas en 3d, resolviendo el principal problema de la saga y aportando mucho dinamismo al desarrollo del juego. Además se ha buscado identificar de nuevo al jugador con Lara, tanto a los más veteranos como a las nuevas generaciones y para ello podremos ver diversos flashback con algunos de los momentos más importantes de su vida e incluso participaremos en alguno de estos recuerdos en forma de niveles completamente independientes, participando de esos recuerdos junto a ella. Casi se nos salta una lágrima al poder usar de nuevo las clásicas bengalas para iluminar las zonas oscuras, ¡qué tiempos!.
El diseño de los nuevos niveles nos ha parecido todo un acierto, combinando zonas boscosas, ruinas, junglas y algunos exteriores espectaculares como las cataratas en Africa o el nivel de japón, donde pisaremos un poco la civilización y sentiremos el vértigo mientras ascendemos por el exterior de unos rascacielos. Merece la pena pararse unos momentos y disfrutar de la vista nocturna en la ciudad, todo un espectáculo.
Por supuesto un Tomb Raider sin templos y ruinas antiguas no sería un Tomb Raider, por lo que los restos de antiguas civilizaciones seguirán siendo el corazón de la saga, mostrando lugares con un diseño detallado, donde juega un papel importante la cuidada iluminación utilizada. Nuevos movimientos como el combate cuerpo a cuerpo o gadchets como el gancho retráctil convierten a Lara Croft en la verdadera Indiana Jones, usando el gancho para realizar saltos imposibles, arrastrar objetos y resolver algunos puzzles.