El nivel de dificultad de anteriores entregas, ha disminuido de forma evidente, sobre todo en lo que a los puzzles se refiere. El camino a seguir suele estar bastante claro, asi que no hay que pasar una hora estudiando el escenario para encontrar la salida, la dichosa llave o la maldita palanca que tantos quebraderos de cabeza nos dio en el pasado. No todo es un camino de rosas y claro que sigue habiendo algunos puzzles y zonas peligrosas, pero para un juego de Tomb Raider el diseño de los escenarios debería de haber sido más intrincado y poner más a prueba al jugador más experimentado, quien tal vez encuentre a TRL un juego tan fácil como espectacular.
A pesar de que la aventura y la exploración se llevarán la mayor parte de nuestro tiempo, no faltarán los tiroteos ocasionales, a veces contra un gran número de enemigos. Para eliminarlos dispondremos de las clásicas pistolas de Lara, recortadas, ametralladoras e incluso granadas de mano. Otra novedad será poder disparar a partes sensibles del escenario, susceptibles de herir a nuestros enemigos como un montón de rocas, barriles, etc.… siendo bastante útil en varias ocasiones a pesar de estar implementado de forma muy limitada en lugares muy específicos.
Los eventos Quicktime que ya vimos recientemente en Resident Evil 4 son otra de las novedades jugables de Trl. En medio de la acción y generalmente durante una secuencia de vídeo tendremos que intervenir pulsando un botón o una sucesión de los mismos para evitar la muerte de Lara, todo esto sin apenas tiempo de tomar decisiones pues un par de segundos de duda y todo habrá terminado. Estos momentos se irán intercalando durante la aventura, si bien no serán tan frecuentes o tan difíciles como para retenernos durante mucho tiempo, un par de muertes y a la tercera ya sabremos como va la secuencia. Los niveles donde estamos motorizados también ayudan a desconectar un poco y a descargar adrenalina, velocidad, saltos, explosiones por doquier y una buena dosis de tiroteos contra nuestros perseguidores, un ratito de conducción totalmente arcade para dejar que la protagonista se luzca una vez más.
Técnicamente Lara y sus aventuras ofrecen mejor aspecto que nunca, sobre todo disfrutándolo en Xbox360. Texturas detalladas, un acertado y espectacular uso del bump mapping, un agua muy creíble y una solidez en el motor gráfico son los culpables del buen aspecto que tiene el juego. Cierto que tiene algunas cosas mejorables, alguna que otra textura o elemento plano como las lianas, pero el conjunto y sobre todo la iluminación y la construcción de los escenarios brilla con luz propia. El diseño de estos escenarios nos permite ver exteriores urbanos como Tokio, impresionantes cataratas en África o frondosas junglas americanas, pero siguen destacando por encima de todo los templos y civilizaciones en ruinas que iremos visitando, con multitud de detalles. No es el mejor exponente gráfico de la consola, se trata de un port que sin aprovechar todo su potencial, sí hace un buen uso de sus ventajas para mejorar cosas de otras versiones. Un mayor uso del anti-aliasing, el agua, la incorporación de muchos más elementos en el escenario con más vegetación, decorados, etc.. Resultando mucho más vistoso y convincente.