Cuando los genios se juntan
Los nombres de los responables directos de la maravilla son Yuji Horii, el padre de la criatura; Koichi Sugiyama, al cargo de la música, y Akira Toriyama, el famoso creador de Dragon Ball, que se ocupa de los diseños de personaje y de todos los gags que adornan el juego. No es de extrañar, en este último punto, que todos los gráficos estén recreados con cell-shading, imitando el estilo de los dibujos animados. Y aunque no cuente con selector de 60 herzios, la velocidad de refresco en la versión europea imita el sistema japonés a la perfección, eliminando las bandas negras. Repleto de color, Dragon Quest recrea un enorme mundo listo para ser explorado, con infinidad de cuevas y galerías, ciudades y páramos.
La entrega que podremos disfrutar viene cargada con elementos extra con los que no contaba la versión original, como un renovado sistema de menús, ataques exclusivos, o una banda sonora reorquestada. La propia Orquesta Filármonica de Tokio es la encargada de obsequiarnos con unas melodías animadas y épicas que permanecerán en nuestra cabeza una vez apagada la consola, y que ambientan con maestría todas las escenas y emplazamientos.Y a pesar de contar con voces en inglés, hemos de descubrirnos la cabeza ante la magnífica traducción de todos y cada uno de los textos del juego, que impiden que podamos perdernos ningún gag o detalle de la trama.
En conclusión, Dragon Quest: El periplo del Rey Maldito es un título obligado para los seguidores del género, y una forma ideal de acercarse a los videojuegos de rol. La duración mínima os asegura más de 60 horas de entretenimiento. Pero la cantidad de misiones secundarias permite aumentar este número a más de 100, recopilando las 115 medallas que hay repartidas por todo el mundo, probando a mezclar items con el pote de alquimia o apostando en los casinos. Final Fantasy XII puede esperar unos meses más: Dragon Quest tiene cuerda suficiente para aguantar todos los retrasos que se le antojen.