Quizá penséis que al poder destrozar gran parte de los escenarios estos pueden resultar algo vacíos o faltos de detalle. Al excelente diseño con rampas, atajos, lagos, ríos etc.… se une una gran calidad gráfica, moviendo todo el motor con suavidad a pesar del alto nivel de destrucción que puede llegar a verse en pantalla. Las texturas muestran una calidad igualmente alta, tanto en los escenarios como en los vehículos, los cuales lucen sus destrozos espléndidamente gracias un buen trabajo en el modelado.
El punto más salvaje y desenfadado de Flat Out 2 son las competiciones de lanzamiento de piloto a través del parabrisas del coche (algo que también puede pasar en una carrera normal si sufrimos un golpe muy fuerte estrellándonos de frente) o los combates en arenas típicas de la saga Destruction Derby, una de sus influencias más notorias. En estos circuitos ovales tendrás que destruir al resto de rivales y evitar que nos destrocen para quedar al menos entre los tres últimos supervivientes. Un modo de juego ya conocido y sin muchas sorpresas, pero nos sigue encantando lo simple y adictivo que resulta jugarlo.
Lo mejor que se puede decir del modo campeonato de Flatout2 es que resulta mucho más completo, largo y divertido que su predecesor, mejorando en todos y cada uno de sus apartados: 32 vehículos frente a 16, 60 combinaciones de circuitos frente a 36 o 6 estadios de destrucción frente a los 3 de la primera parte. A pesar de que el sonido esta a muy buen nivel en lo que a golpes, explosiones y destrucción se refiere, queda totalmente eclipsado por una banda sonora “cañera” a más no poder que concuerda perfectamente con el desarrollo de la acción. Grupos como Megadeth con “Symphony of destruction”, Mötley Crüe con “Dr. Feelgood” o Rob Zombie con “Feel So Numb” no paran de repartir sus agresivas notas durante el juego, todo un acierto para un juego que pedía a gritos una banda sonora como esta.