Sí encontraremos algunas misiones secundarias, (incluyendo los regalos de lujo a las amigas de Kazuma) las cuales a pesar de resultar bastante sencillas, nos servirán para conseguir más dinero, comida con la que recuperar energía o algunas armas.
El peligro en las calles está muy presente, tanto que será raro llegar a desplazarnos sin encontrarnos con algún problema. Numerosos matones, chulos o bandas nos pararán por la calle por algún motivo: “nos debes dinero” “tu no eres de por aquí” etcétera.… lo cual nos llevará inevitablemente a una pelea callejera para dejar las cosas claras. Esto sucederá ocasionalmente, pero no estamos hablando de unos combates aleatorios con una frecuencia a lo Final Fantasy ni mucho menos. Quizá para algunos jugadores les pueda resultar algo pesado, pero la verdad es que la diversidad de tipejos problemáticos y que realmente no es tan frecuente como para resultar molesto, consigue aportar frescura y originalidad para evitar la sensación de monotonía durante la aventura.
La experiencia que ganamos en los combates podremos emplearlas en mejorar las habilidades de nuestro protagonista. Esto incluye aumentar nuestra energía y resistencia, pero también aprender nuevas técnicas de lucha o movimientos de ataque.
Dado el alto número de combates que vamos a tener que librar durante el juego, resulta muy importante mejorar y aprender las nuevas habilidades de Kazuma. No solo hablamos de nuevos golpes, si no de mayor rapidez a la hora de esquivar o a la hora de levantarnos del suelo. Resulta cuando menos curioso el dato, pero en las calles podremos encontrar y aprender nuevas técnicas de algunos maestros, así que merece la pena emplear algo de nuestro tiempo en buscarlos ya que muchas de esas técnicas resultan más eficaces y letales que las aprendidas subiendo los niveles de experiencia de nuestro personaje. El cuerpo a cuerpo esta bien recreado, sobre todo las transiciones de las animaciones que no obstante tienen el defecto al acabar una secuencia de golpes de que nuestro personaje se queda un poco parado a merced de algún golpe por la espalda.
Los objetos repartidos por el escenario durante las peleas dan mucho juego, ya que podemos emplear casi cualquier cosa (cajas, palos, señales, bates) para golpear a los enemigos, algo también intentarán emplear contra nosotros.
Conclusión
Técnicamente Yakuza es un juego notable, destacando especialmente el modelado y detalle de los personajes principales, cuidados muy por encima de los transeúntes que podemos ver en la ciudad. Un buen trabajo a nivel de texturas y una suavidad en lo que a frames por segundo se refiere completan un apartado técnico que si bien prometía estar mucho más rematado ha quedado en un trabajo bastante correcto. No es que Yakuza no tenga ningún fallo, las constantes cargas con las que tenemos que “pelear” entorpecen y ralentizan la experiencia. Tampoco ayuda mucho la poca inteligencia artificial de algunos enemigos que quizá facilitan demasiado nuestro periplo por las calles de Japón, un punto que tiene bastante margen para mejorar.