Cuando salió al mercado la primera versión de Myst, allá en 1995, tuvo una gran aceptación por parte de los aventureros de la época, sirviendo además como espaldarazo a la definitiva implantación del cd-rom, en pleno auge por aquel entonces. Su apartado técnico, su historia y la dificultad y el desafío de sus puzzles, lo convirtieron en un éxito para crítica y público, provocando la salida a posteriori de numerosas secuelas. Dichas secuelas fueron lanzadas principalmente para compatibles, pero de echo se pueden encontrar algunas versiones de distintas entregas de Myst en Macintosh, 3DO, e incluso Xbox.
Myst nos presenta un tipo de juego escasamente presente en lo que a consolas se refiere (últimamente tampoco en PC) y mucho menos tratándose de una consola portátil. Hablamos de una aventura “point & clic”, realizada a base de gráficos pre-renderizados sobre los que nos desplazaremos señalando con el cursor en alguna dirección y pulsando un botón, nada de desplazamientos o transiciones, exactamente igual que en su versión original. Sí encontraremos breves secuencias animadas al descubrir algun pasadizo o en otros momentos puntuales mientras resolvemos algún puzzle.
Jugablemente Myst sigue siendo tan “arido” como lo fue hace unos años en su versión para PC. La primera barrera que pueden encontrarse algunos jugadores es la ausencia total de traducción en el juego (exceptuando el manual). Quizá en otros títulos de acción, deportes o lucha esto no sea impedimento, pero si lo tuyo no es el inglés vas a tener que aprender rápido o buscarte otro entretenimiento. Puede que algunos puedan pasar sin enterarse del argumento, pero los puzzles son de una dificultad considerable y todas las pistas de los acertijos las encontramos en libros y otros elementos donde será muy necesario comprender a qué nos enfrentamos, siendo necesario un nivel medio-alto de ingles.
Repartidos por algunas estancias encontraremos libros y pergaminos donde leer parte de la historia, una trama interesante que nos mostrarán mediante abundante texto y algunas secuencias de vídeo integradas durante la aventura.
Durante el desarrollo, visitaremos diferentes edades temporales, la edad de piedra, mecánica etc… introduciéndose como novedad en la versión Psp la edad del hielo (no, no sale ningún personaje de esa película). Todas las eras destacarán por el desafío que supone para el jugador descifrar todos los acertijos, siendo Myst un título recomendado solo a los más pacientes y observadores. Las pistas no sólo son escasas, sino que incluso tendremos que aplicar el oído en algunas ocasiones y tener en cuenta los sonidos fx a la hora de buscar algunas soluciones. Jugar con cascos es pues bastante recomendable, permitiéndonos además disfrutar con uno de sus aciertos más importantes: La banda sonora.
Técnicamente los autores de este remake han realizado el mínimo esfuerzo, limitándose prácticamente a un “copy&paste” que aprovecha muy poco la potencia de hardware de Psp. No solamente han adaptado la primera versión de Myst con sus fondos pre-renderizados y sus escenas de vídeo, sino que han usado una resolución muy baja para representarlos y una paleta de colores muy pobre. Psp ha demostrado claramente su capacidad para mover entornos 3D, por lo que hubiera sido más justo versionar “Real Myst”, un verdadero remake de la primera entrega completamente en 3D que Cyan lanzó al mercado en el año 2000. Al optar por esta versión se ha lastrado enormemente el apartado técnico del juego, empeorado por un control algo tosco aunque comprensible debido a las limitaciones del pad analógico respecto al ratón de PC.