Además de por su calidad, se reconoce a los juegos de Rockstar por la polémica que suelen arrastrar desde su presentación a su lanzamiento (exceptuando su excelente y dinámica visión del ping-pong en formato videojuego llamado “Table Tennis”). Mucho antes de probar la versión definitiva del título que nos ocupa, corrieron ríos de tinta calificándolo de “apología del acoso escolar, violencia en las aulas, etc.… como suele ser habitual por parte de medios que desconocen el producto del que están hablando. Canis Canes Edit nos pone en la piel de un estudiante un tanto conflictivo, al que sus padres ingresan en el peor instituto de la ciudad: La academia Bullworth. Jimmy tendrá que pasar todo un curso en esta institución, sobreviviendo al día a día de las clases, realizando todo tipo de gamberradas, ganándose el respeto de los más veteranos o disfrutando con la llegada del primer amor. En contra de lo que pueda parecer, tras nuestro alocado paso por la academia (¡estáis nominados!) habremos conseguido acabar con muchos de los abusos dentro del instituto, las palizas y las desigualdades que sufren muchos de sus alumnos, además de ganarnos el respeto de todos.
Al empezar nuestro periplo en Bullsworth, no podemos imaginar el pequeño universo que hay tras esas paredes. No os preocupéis si al comenzar a jugar os abruman sus posibilidades, el propio sistema nos irá introduciendo paulatinamente para que conozcamos todo lo que el instituto nos ofrece, para una vez integrados decidir por nosotros mismos nuestro siguiente paso. Canis Canes Edit nos propone el reto de sobrevivir en un instituto donde cada bando, grupo o facción tiene sus propios intereses: los empollones, los musculitos, los pijos, los macarras, etcétera.… muchos creyéndose los dueños de Bullsworth y dispuestos a luchar para que nadie se lo discuta. En las misiones que Jimmy va obteniendo o simplemente en las peleas que provoquemos en cualquier sitio, tendremos que fijarnos en a quien pegamos o si queremos enzarzarnos en una bronca con determinado grupo, ya que bajará su grado de “simpatía” hacia nosotros y serán más probables los problemas con ellos en un futuro.
Bullworth está lleno de vida y hay muchísimas cosas que hacer, pero lo primero es ir a clase y cumplir con nuestras obligaciones. El horario escolar se divide en clases de mañana (9:30 a 11:00) y de tarde (13:30 a 15:00) pero podemos saltarnos alguna de ellas si queremos atender a otras misiones. Como en la vida real hay distintas materias como idiomas, química, gimnasia, fotografía y mecánica… donde por extraño que parezca sus creadores han conseguido que por primera vez asistir a clase además de útil sea divertido. Para conseguirlo han convertido las clases en distintos mini-juegos: Pulsar los botones en el momento justo (química) crear palabras a partir de una serie de letras contrarreloj (ingles) y otras más activas como la lucha greco-romana o el divertidísimo balón prisionero de la clase de gimnasia. Si superamos con éxito los mini-juegos de cada materia (dividida en varios exámenes de dificultad creciente) Jimmy podrá potenciar sus habilidades física (resistencia, velocidad) crear petardos, bombas fétidas, polvos pica pica (gracias a la química) o conseguir más locuacidad al disculparse con los abusones, consiguiendo que estos nos dejen en paz. Una vez superados los cinco niveles de reto que tiene cada asignatura, ya no tendremos que seguir asistiendo, disfrutando de todo el tiempo libre para realizar misiones o trabajos extra.