En lo referente a la conducción, la mecánica es similar a la vista en la saga “GTA”, pudiendo robar los vehículos que tenemos a mano, con diferentes prestaciones según sea el modelo que hayamos elegido y que irán sufriendo (o no) desperfectos según el uso que reciban. No obstante, y pese a no tener la variedad de la saga de Rockstar, hay que destacar ciertas innovaciones como son la posibilidad de usar un chofer o la de sobornar a la policía.
Aspectos técnicos
En el aspecto gráfico “Scarface” resulta un juego correcto, con una gran ambientación de escenarios –muchos de ellos reproduciendo los del film de De Palma- y un detallado modelado de los personajes protagonistas, en especial el propio Montana, aunque no pueda decirse lo mismo de los secundarios. La cantidad de detalles en cada localización compensa sobradamente las carencias que pueda haber en cuanto a movimiento o definición.
Si “Scarface” intenta parecer cinematográfico en todos sus elementos, el apartado sonoro en concreto es directamente de cine. Haciendo uso del conocido sistema THX, los disparos, golpes, acelerones o voces parecen directamente sacados de la pantalla grande. Para la banda sonora se ha tirado la casa por la ventana de manera que podremos escuchar en cualquier momento y según nuestra preferencia la friolera de más de un centenar de temas que van desde la banda sonora de Giorgio Moroder para el film original a cuidadas selecciones de éxitos de los 80, música latina o hip-hop. Por su parte, el apartado de voces le va a la zaga y en el encontramos nombres como los de Steven Bauer, Robert Loggia -ambos actores del film original-, James Woods, Michael York o los cantantes Ice-T y N.O.R.E. El gran ausente es el propio Pacino, que si bien presta su imagen no aporta su voz –la edad y su afición al tabaco la han alterado notablemente-, siendo esta obra de un doblador seleccionado por el propio actor que clava literalmente su labor en aquel film, dando pie a una cantidad ingente de comentarios y conversaciones cargadas de cinismo y mala leche.
Conclusión
Aunque injustas, resultan inevitables las comparaciones con la saga “GTA” por sus afinidades de estilo y diseño. Es cierto que no posee una cantidad de opciones tan ingente como las de las historias de Tommy Vercetti y compañía, pero “Scarface” exprime a fondo las posibilidades del material que tiene entre manos y propone a sus jugadores una adictiva historia que proporcionará a estos horas y más horas de salvaje diversión. Tony Montana ha vuelto. Si no te unes a él, lo mejor será que te quites de en medio.