Curiosamente, el argumento de Killzone Liberation continúa la historia de su primera entrega para PS2, quizá sirviendo de puente para la futura entrega de PS3 de la que aún desconocemos totalmente el argumento, por no hablar de la fecha de lanzamiento.
Lo que si une a las dos entregas de PS2 y PSP es su fuerte componente de acción: acabar con nuestros enemigos será nuestra principal ocupación, una ocupación no exenta de un uso lógico de la táctica, donde el jugador tendrá que pensar sus movimientos con el objetivo final de que no quede un enemigo en pie. En primer lugar nos llama la atención la brillante utilización de una perspectiva isométrica para el desarrollo del juego, ofreciendo una amplia visión del campo de batalla y sus opciones. Controlando a Templar, tendremos que realizar misiones constantemente en medio de un gigantesco contraataque de los Helghast, a quienes todos creíamos derrotados tras terminar el primer Killzone.
Esta situación nos obligará a estar combatiendo firmemente contra unos enemigos inteligentes y resistentes. Gracias a un sistema de control bastante sencillo e intuitivo, el combate se desarrolla de forma fluida e intensa. Usando el gatillo derecho nos agacharemos, usando así los parapetos que nos ofrece el escenario. Con el gatillo izquierdo usaremos el clásico “strafe” o paso lateral, realmente útil cuando nos encontremos frente a varios enemigos y queramos fijar el blanco mientras evitamos los disparos del resto. El sistema de apuntado realmente funciona, de forma automática busca el blanco más cercano al disparar, pero si deseamos apuntar libremente para volar algún barril explosivo que cause más daños podremos hacerlo sin problemas. Asímismo, el lanzamiento de granadas se realiza de forma sencilla, pulsando el círculo y usando la línea de cálculo de trayectoria para calcular el impacto.
Siendo un juego donde la acción es constante, en determinadas ocasiones echamos en falta disponer de más munición, ya que a pesar de la posibilidad de recogerla rompiendo cajas por el escenario podemos pasar algún apuro si no regulamos un poco su uso. Paliando un poco el problema de tener que luchar solos contra grupos de enemigos, tendremos un compañero ocasional (Rico) al que podremos dar diversas órdenes con la cruceta, tales como atacar, poner explosivos, etc.… siendo realmente importante cuando vayamos avanzando y las situaciones de combate se vayan volviendo más complejas.