El desarrollo de las misiones ha sido muy bien compensado, encontrándonos en situaciones muy variadas y desafiantes para el jugador. En general y dependiendo de con quien nos enfrentemos, tendremos que estudiar el escenario para ver cuales son nuestras mejores opciones de ataque. Killzone nos hace pensar en medio de la acción, no bastará con agacharse y levantarse disparando, obligándonos a encontrar el punto débil para conseguir pasar sin dejar el pellejo en el intento. Se agradece el componente táctico ya que consigue dar más profundidad al juego, especialmente cuando podemos dar ordenes a Rico y colaborar con el.
El desafío Killzone
Liberation no es un juego especialmente largo, pero sí es un reto sobre todo tras superar el ecuador del juego, por lo que nos llevará su tiempo finalizarlo al completo si no somos un poco pacientes. No sólo vamos a encontrar dificultad, desafío y enemigos inteligentes, sino variedad de situaciones (ataque, rescates, escolta) además de controlar ametralladoras pesadas, tanques y otros vehículos en varias ocasiones. El modo multi-jugador carece momentáneamente de modo on-line, algo que sus creadores han prometido solventar próximamente gracias a las descargas on-line integradas en el propio juego, donde además de la posibilidad de jugar en red tendremos acceso a nuevos mapas multi-jugador. No obstante tal y como está podemos disfrutar con varios modos de juego para varios usuarios al tiempo, como son los clásicos deathmarch, capturar la bandera, etc.… sin embargo nada como una buena partida en el modo cooperativo para disfrutar de las excelencias de un título de estas características, un modo que causará furor cuando este disponible para utilizarlo a través de internet.
El resto de modos, si bien no resultan tan completos o divertidos a largo plazo, también son cuando menos entretenidos, con pruebas de puntería contrarreloj o misiones con el objetivo de defender una base del ataque Helgasht, lo que podemos hacer variando la dificultad o el mapa donde se desarrollan.
Y la técnica
Hemos dejado la parte técnica para el final pero realmente lo primero que nos ha llamado la atención es el detallado motor gráfico que se ha creado para Killzone. Los escenarios están llenos de restos de batalla, humo, explosiones y disparos por todas partes sin haber detectado ralentizaciones. El modelado de personajes y vehículos raya a un alto nivel, algo que podemos apreciar tanto en las escenas cinemáticas (las cuales muestran una calidad impresionante, todo hay que decirlo) como en el juego en si, donde a pesar de reducirse el número de polígonos consigue mantener el tipo sin problemas, gracias a la perspectiva utilizada. Las animaciones de los personajes son bastante naturales, a pesar de no tener un tamaño muy grande se aprecia en la suavidad de los movimientos o cuando hacemos volar a los helgahst por los aires, donde también sale a relucir un motor físico que utiliza havok para obtener el máximo realismo. Como guinda de un pastel bien cocinado nos queda un apartado sonoro que no desmerece el trabajo realizado en el resto del juego, disfrutando gracias a la banda sonora, al doblaje o a la contundencia de los fx.