Crece la percepción de una crisis en Sony

¿Es ya lo suficientemente preocupante la situación generada en Sony a propósito del lanzamiento de Ps3? Esta es una pregunta que empieza a hacerse desde varios frentes a la vista de las últimas cifras de ventas y que desde la recolocación del creador de Playstation dentro del organigrama de Sony, ha ido cobrando fuerza. Los problemas en la incorporación del blu-ray, con su consiguiente encarecimiento y el retraso ocasionado en su lanzamiento en Europa, presentaban incógnitas que las ventas no despejan. Lejos de eso, incrementan la preocupación.

No es del todo extraño que en un mercado como el japonés Wii haya cuajado a la perfección. Si lo es más que mientras la última consola de Nintendo se agota sin descanso, PS3 sólo haya vendido 465.000 unidades del millón que tenía previsto, más cuando la semana pasada el New York Times anunciaba que la cadena Gamestop (desde el pasado año instalada también en nuestro país) no está agotando los stocks tampoco en EEUU y que a pesar de las colas de los primeros días “sobran” Ps3. Al parecer, el alto precio y la alternativa formada por Wii y Microsoft están arruinando las previsiones de lanzamiento y exponiendo un problema de planificación que habría permitido vender esos remanentes entre los ‘hard core gamers’ europeos. Se habría mantenido así el status de “consola de culto” que hasta hace poco tenía y no se habría dado esa imagen de rechazo y golpe a las expectativas, más en un mercado básico para la compañía japonesa como es el del videojuego ahora que está desprovista del liderazgo en otros sectores tecnológicos.

A pesar de todo ello, Microsoft también tiene su particular via crucis ya que sigue teniendo serios problemas para atacar un mercado que se tenía por esencial como el japonés: ni tan siquiera con el catálogo repleto de hits de Xbox 360, sus prestaciones -que en los juegos que también tiene Ps3 no quedan ni mucho menos por debajo- o su precio tentador ha logrado alcanzar en diciembre las 100.000 unidades vendidas.