Si con las entregas de GTA han dado sobradas muestras de la comodidad con la que saben trasladar sus videojuegos a PSP, en The Warriors esta idea se ve confirmada desde el primer instante de la primera partida. En este caso, lejos de los nuevos guiones ideados para los episodios GTA en portátil (que curiosamente han dado lugar posteriormente a un salto a Playstation 2), nos encontramos con el mismo juego que nos sorprendió hace más de un año envasado ahora en la pantalla TFT para demostrar todo lo que la consola puede dar de sí.
The Warriors sigue siendo igual de polémico y de atractivo, una nueva ocasión en en Rockstar se lanzan de cabeza a lo políticamente incorrecto y nuevamente (y como sucediera con Canis Canem Edit) tocando un tema de actualidad como es el de las peleas de bandas. Tomando como referencia la película de culto que Tony Scott llevará a los cines en remake el próximo año, The Warriors (Walter Hill, 1979) nos lleva a una Nueva York tomada por bandas en la que asistiremos a un enfrentamiento por todo lo alto cuando una banda rival asesina a un carismático líder que aspira a la reunión entre grupos y nos carga el muerto. En ese punto, todo bandarra (que en número representa cuatro veces más que la policía de la ciudad) irá a por nosotros mientras tratamos de atravesar NY.
El juego
En su modo campaña, The Warriors se inicia tras una introducción en video que nos pone en el argumento cinéfilo. Lejos de iniciar ahí nuestra andadura, entonces da un salto hacia atrás en el tiempo de tres meses, y nos coloca en el momento de nuestro adiestramiento. A modo de ilustrativo tutorial, nos enfrentamos a ebrios mendigos que compiten a cambio de alcohol bajo la supervisión del líder de la banda (quién comience a escandalizarse en este punto, no sabe lo que le viene encima) y tras ello se nos encargarán las primeras misiones en forma de graffitis con que tapar las pintadas de una banda rival.
Tanto su realización como la recolección de dinero para comprar los necesarios sprays (hay varias formas de “ganar dinero”: robar radios, atracar transeúntes, desvalijar locales…) tienen sus propios métodos en que Rockstar ha puesto su ingenio obligándonos a aprender movimientos concretos que evitan que el tema se vuelva rudimentario.
Entre pintadas, empezaremos las luchas cuerpo a cuerpo con bandas enemigas o miembros de la policía, en lo que se muestra como una clara revisión de los beat'em up: es tanto el culto al género del que proviene, que una vez superadas las primeras pruebas y alcanzada nuestra base de operaciones, allí dispondremos de una recreativa con uno de sus grandes alicientes: el Armies of the night. Este no es si no un juego propio que adapta y moderniza a un Double Dragon del que toma su escena introductoria (en la versión Ps2 no estaba disponible inicialmente) y que de por sí ya valdría para muchos nostálgicos el precio de un UMD.
Armies Of The Night, minijuego que rinde culto a Double Dragon incluido desde el inicio en PSP