A comienzos del siglo veintiuno, la humanidad avanza cada vez más en campos como la ciencia, el conocimiento humano y la medicina, aumentando enormemente la esperanza de vida. Lo que parecía una situación idílica, pronto se ve empañada por conflictos, guerras y devastación, poniendo en peligro la existencia y la convivencia de los hombres, llegando al borde de la extinción. Los protagonistas (muy su pesar) de esta historia se hacen llamar asimismo los remanentes, ciudadanos y soldados que tratan de sobrevivir en medio de este caos. Su líder es James Buchanan, un antiguo y curtido marine que tratará de llevarlos a la supervivencia y a la victoria. Frente a ellos, dos grandes grupos de enemigos, la ascensión y los alienígenas haigenti. La ascensión se formo a partir de un conglomerado de multinacionales ansiosas de poder, cuya ambición es tan grande como su desprecio por la vida humana. Tienen su punto fuerte en lo avanzado de su tecnología y la maquinaria. Los haigenti por su parte son una raza alienígena cuya voracidad ha dado al traste con su planeta de origen, y cuyos líderes han tenido la brillante idea de conquistar la tierra para sobrevivir.
Novedades en el género
Hechas las presentaciones, vamos a ver lo que Maelstrom puede dar de sí en un género tan saturado. Para los que no conozcan a sus creadores, el grupo ruso KDV, conviene mencionar que su anterior juego fue Perimeter, un título de estrategia con algunas ideas interesantes pero que no acabó de encontrar su equilibrio entre la jugabilidad y estrategia. Una vez más la gestión de una serie de recursos, el levantamiento de una base y la creación de un ejército se convertirá en una constante. En este sentido, no veremos nada especialmente nuevo en el género, pero si en la especial importancia del terreno, su modificación y sobre todo las diferencias de jugar con los alienígenas respecto a los otros dos grupos. El agua, su escasez y su posesión, provocará una lucha constante entre las tres facciones durante las misiones. Cada bando extraerá distintos tipos de recursos, pero es el agua y sus distintas utilidades el más importante, capaz de inclinar la balanza hacia la victoria o la derrota.