Y el juego
Jugadores aparte, Virtua Tennis cumple con el que siempre ha sido el referente en la saga, la jugabilidad. ¿Por qué resulta ser VT3 tan jugable? Gran parte de la culpa la tiene su gran accesibilidad para el jugador medio, encuadrándose nuevamente a medio camino entre el arcade y la simulación, pero quedándose más cerca de la primera opción. El resto se consigue gracias a un control sencillo e intuitivo, donde usando tan solo tres botones conseguiremos controlar perfectamente a nuestro tenista. La estrella vuelve a ser sin duda el modo “World Tour”. En el crearemos a un jugador novato desde cero, partiendo del puesto 300 dentro del ranking de la ATP. Al comenzar, las habilidades del jugador serán muy bajas, por lo que será imprescindible practicar el saque, la volea o mejorar su rapidez de movimientos si quieres ser capaz de ganar los torneos más importantes.
Una vez más, la forma de mejorar las estadísticas de nuestro jugador será participando en los divertidísimos juegos que desde Sega siempre nos tienen preparados. Derribar bolos con el saque, esquivar frutas gigantescas, acertar dianas con la bolea o golpear objetos antes de que se acabe el tiempo, son solo unas muestras de la variead que vamos a encontrar: nunca entrenar había sido tan divertido. Gracias a ello conseguiremos no solo mejorar nuestras estadísticas, sino desbloquear más pruebas y subir el nivel de dificultad de las mismas, obteniendo a cambio mejores recompensas que en los niveles más bajos.
Siguiendo esta senda pronto podremos disputar torneos, empezando por los menos importantes. Esto nos servirá no solo para mejorar nuestro ranking, sino para ganar premios y accesorios para nuestro jugador, como zapatillas, raquetas o distintos trajes y equipaciones.
Jugablemente, exceptuando el punto negro de la ausencia de juego on-line (lo cual puede ser más o menos importante según la persona que lo juegue) Virtua Tennis 3 ofrece un gran nivel. El jugador ya no llegará a cualquier bola sin inmutarse, resbalando e incluso tirándose cuando no sea capaz de alcanzarlo. Estos detalles permitirán apreciar la calidad de las animaciones, uno de los puntos más evolucionados respecto de entregas anteriores, siendo muy naturales. El resto del apartado gráfico presenta un gran trabajo a nivel de texturas, lográndose un relativo éxito representando a los jugadores más famosos. Unos son fieles reproducciones de sus homónimos reales y otros están más o menos bien conseguidos, pero todos presentan un buen modelado.
Quizá la parte gráfica menos evolucionada sean los estadios con un público y detalles mejorables, pero tampoco desentonan del conjunto final. A pesar del notable nivel gráfico alcanzado, los requisitos están por debajo de Top Spin 2, o quizá la optimización este por encima, pero nos alegramos de que no sólo las últimas tarjetas sean capaces de mover Virtua Tennis 3 de forma decente. Como siempre, una puesta al día de los drivers, una huida de casi todas las tarjetas gráficas integradas y el uso de un buen mando para PC (el mando de Xbox 360 es una opción realmente válida) nos evitará los problemas habituales que podemos sufrir los jugadores que elegimos el ordenador como plataforma de juego.